El PP propone penas más duras y juicios rápidos para los corruptos
Reclamar mayor contundencia contra la corrupción tan solo una semana después de proclamar a un imputado por cohecho como candidato a la presidencia de un gobierno regional puede parecer una contradicción, pero así comenzó ayer el PP su última convención autonómica antes de los comicios del 22 de mayo. La decisión de apariencia esquizoide de la dirección popular se zanja con su plena convicción en la inocencia de Francisco Camps, al que considera una «víctima» de la «doble vara de medir» de la Fiscalía General del Estado.
La formación que preside Mariano Rajoy ha incluido, al final, un epígrafe sobre regeneración democrática en su programa electoral. Un apartado que no aparecía en el borrador que la dirección del partido manejaba la semana pasada. El PP situa la lucha contra la corrupción como uno de sus objetivos principales. Y lo hace en términos contundentes. En el texto conocido ayer se expresa que el funcionamiento democrático no debe quedar nunca en entredicho por actitudes «permisivas, indolentes o exculpatorias» ante la gravedad de determinados comportamientos. Eso sí, siempre con una respuesta «justa y contundente» a cada caso.
Por ello, los populares abogan por una reforma del Código Penal que amplíe y endurezca los tipos penales relativos a la corrupción, adecuando las sanciones para cargos y empleados públicos para que sean «ejemplarizantes, proporcionadas y disuasorias». Una reforma procesal que, además, debería incluir mecanismos para lograr el enjuiciamiento rápido de estos supuestos.
El PP anunció también que creará un sistema de auditoría interna para investigar cualquier uso indebido de los recursos públicos o los del partido. «Actuaremos ante cualquier supuesto de denuncia o de incoación de procedimientos judiciales», se asegura en el programa marco para las autonómicas.
Se busca así un antídoto para evitar que se vuelvan a producir casos como el ‘Gürtel’ en Madrid y Valencia o el ‘Palma Arena’ en Mallorca, en el que se han visto implicados el expresidente balear Jaume Matas. Este alegato anticorrupción refrenda la decisión del líder del PP balear, José Ramón Bauzá, que no llevará un solo imputado en sus listas a diferencia de otros gobernantes de su partido, que han optado, también con el beneplácito de la dirección, por mantener la confianza en acusados de corrupción hasta que la sentencia sea firme.
El PP promete profundizar en la transparencia y objetividad de la actuación pública para imposibilitar, entre otras cuestiones, que se produzcan escándalos como el de los ERE irregulares de Andalucía. Para ello proponen que se publiquen de manera detallada los procedimientos de concesión de contratos, subvenciones y ayudas, y con el máximo nivel de transparencia acerca de las personas jurídicas solicitantes.
Camps, protagonista
Más allá de las medidas anticorrupción, buena parte del protagonismo de la jornada descansó en Camps. El presidente valenciano acudía a su primer cónclave tras ser designado candidato y todos esperaban la fotografía entre Camps y Rajoy. La instantánea se hizo esperar. De hecho, se produjo una hora después de que concluyera la primera jornada de la convención, debido a que el avión en que se desplazó el líder popular hasta Mallorca llegó con retraso.
La puesta en escena de la fotografía fue curiosa. Camps estuvo esperando más de media hora en el vestíbulo del hotel a que llegara Rajoy. Todo parecía indicar que la imagen sería un mano a mano entre ambos, pero instantes antes de que llegara el coche del líder se acercaron otros candidatos. Al final, el cuadro lo compusieron media docena de personas. No hubo dúo.
Camps, durante su intervención en el plenario, fue ovacionado en varias ocasiones, recordó al partido que una victoria del PP en Valencia el 22 de mayo será «clave» para el triunfo de Rajoy en las generales. El presidente valenciano, que dijo que le habían «quitado todo menos la dignidad», no hizo ninguna alusión a su condición de imputado ni a la posibilidad de que tenga que sentarse en el banquillo por cohecho al aceptar trajes y regalos de la trama ‘Gürtel’.
Pues como hagan esto en serio, medio parlamento español y todos los HAY-UNTAMIENTOS se quedan vacios…
El PP no dice la verdad porque tiene un corrupto en el Ayuntamiento de Madrid llamado Gallardón.
Ya veremos si lo hacen de verdad