Juan Antonio Roca ha vuelto a tomar la palabra hoy en el juicio por el ‘caso Malaya’, que ha comenzado su segundo bloque de declaraciones en el que están imputadas un total de 16 personas por delito de blanqueo de capitales. Durante el interrogatorio al que le ha sometido el fiscal Anticorrupción, Juan Carlos López Caballero, sobre el patrimonio acumulado desde que llegó en 1992 al Ayuntamiento de Marbella hasta 2003, Roca ha reconocido que ascendió a 210 millones de euros, pero, lejos de admitir su procedencia ilícita, ha justificado que ese dinero lo ganó “durante años” gracias a su actividad empresarial privada. El presunto cerebro de la corrupción urbanística, a preguntas del Ministerio Público, ha asegurado que los ingresos que percibía como gerente de la empresa municipal Planeamiento 2000 ascendía a “doscientos y pico mil euros anuales”. Al seguir siendo cuestionado sobre su elevado nivel de vida con el sueldo de gerente, Roca la ha espetado: “Le aseguro, señor fiscal, que con doce mil euros al mes se puede vivir muy bien”.

Para el Ministerio Público, el “extraordinario” patrimonio no puede justificarse sobre la base de las rentas lícitas conocidas de Roca ni con los ingresos que ha obtenido su unidad familiar, por lo que afirma que su origen debe buscarse en la actividad delictiva desarrollada por el acusado durante el tiempo que duró su vinculación profesional con el Ayuntamiento y sus sociedades municipales. Para el fiscal, Juan Antonio Roca blanqueó entre 1992 y 2003 unos 240 millones de euros de procedencia ilícita.
El principal implicado en el ‘caso Malaya’ ha explicado que “siempre” se ha dedicado a la actividad empresarial, que compatibilizó con su trabajo para el Ayuntamiento de Marbella a partir de 1992, aunque ha recordado que antes de llegar a la localidad ya gestionaba, con la edad de 25 años, una sociedad inmobiliaria en Murcia.

Roca ha declarado que fue contratado en mayo de 1992 como gerente de la empresa municipal Planeamiento 2000, donde trabajaba por las mañanas mientras que las tardes las dedicaba a su actividad empresarial. “Mi jornada laboral me lo permitía. Luego fui contratando personal para mis empresas, pero ya en 2002 solo dedicaba dos mañanas al Ayuntamiento y el resto del tiempo, a mis empresas”.

SUS EMPRESAS

Durante esta etapa, Roca ha reconocido como de su propiedad la empresa Marbella Inversiones, una sociedad que contaba con un patrimonio de 500 millones de pesetas entre inmuebles y participaciones en otras sociedades, cuyas rentas, ha reconocido, que él no declaraba como persona física.

También ha admitido su propiedad o participación en una setenta sociedades, “unas de gestión y otras puramente patrimoniales”, dedicadas a las actividades hoteleras, agrícolas, agropecuarias e inmobiliarias.

Sobre el archivo de la contabilidad de sus sociedades hallado en el registro de la empresa Maras Asesores en Marbella, Juan Antonio Roca le ha contestado al fiscal: “No puedo reconocer que las cantidades que refleja ese el cuadro son mías hasta que Salvador Gardoqui, la persona que ha elaborado ese cuadro reconozca que lo ha hecho él”. Roca ha dicho que Maras no era de su propiedad y que el contable Gardoqui, también acusado, no era de su empleado.

Sobre el papel del despacho jurídico ubicado en Madrid, Sánchez Zubizarreta-Soriano Pastor, el presunto cerebro ha dicho que el control de sus sociedades lo llevaba directamente él pero que la contabilidad y el proceso societario lo llevaban entre Maras y el despacho jurídico, al que ya había acudido con anterioridad para que le defendieran en distintos procesos penales. Ha añadido que cuando el número de sociedades empezó a crecer contrató al acusado Oscar Benavente para que actuara como administrador. “La decisión de quién administra las sociedades es únicamente mía” , ha manifestado.

Sobre dónde desarrollaba físicamente toda su actividad empresarial, Roca ha dicho que tenía tres despachos distintos: el de Maras Asesores, en Marbella, en la calle Príncipe de Vergara en Madrid, y en Murcia donde también tenía negocios, a donde se desplazaba regularmente, y de forma paralela atendía su trabajo como gerente de la empresa muicipal Planeamiento 2000. Sobre cómo le era posible llevar desplegar toda esta actividad, Roca le ha contestado al fiscal: “Ya le he dicho que desde 2003 solo acudía a Planeamiento 2000 dos mañanas a la semana, para lo que contaba con la expresa autorización de la alcaldesa (entonces Marisol Yagüe)”

BARCOS Y AVIONES

El fiscal Anticorrupción le ha interrogado también sobre su importante patrimonio suntuario. Roca ha reconocido haber sido propietario de tres barcos y “parcialmente” de un avión y un helicóptero, porque era “coopropietario” de los mismos con otras personas a través de una sociedad. También ha admitido ser dueño de una colección carruajes que fueron tasados en 3,5 millones. En todos los casos ha reconocido que fueron adquiridos con fondos no declarados a Hacienda Pública y en parte a través de sociedades, pero “no me atribuya usted a mi personalmente la compra porque no es cierto” , le ha matizado Roca al fiscal.

El interregotario de Juan Antonio Roca continuará mañana. Entre los acusados en este segundo bloque del juicio por el ‘caso Malaya’ están, además de Roca, los responsables del gabinete jurídico Sánchez Zubizarreta Soriano Pastor, los también abogados Montserrat Corulla y Juan Hoffman, Óscar Benavente, Jaime Hachuel, Salvador Gardoqui y Gonzalo Astorqui.