La represión de la revuelta libia suma ya 10.000 muertos y 50.000 heridos
Unas 10.000 personas han muerto y 50.000 han resultado heridas desde el inicio de las revueltas opositoras en Libia, según un nuevo balance transmitido a la cadena Al Arabiya por fuentes del Tribunal Penal Internacional (TPI). Pese a que el régimen de Muamar Gadafi sólo ha confirmado el fallecimiento de unas 300 personas, otras fuentes como organizaciones humanitarias multiplican estas cifras. La Federación Internacional de Derechos Humanos ha situado en 640 el número de fallecidos desde el pasado 14 de febrero, informa Al Arabiya en su Twitter.
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, ha calificado este miércoles de “verosímil” la estimación de mil muertos durante las manifestaciones contra el líder libio.
Por su parte, el médico francés Gérard Buffet, que trabaja en la atención a los heridos en la ciudad de Benghazi, ha declarado a Le Point que sólo en esta localidad habrían fallecido “más de 2.000 personas”. El médico, que considera “imposible” saber el número exacto de víctimas a causa de la represión de las fuerzas militares y de seguridad, ha relatado que lo que se vive estos días en Benghazi es una auténtica “carnicería”.
La fractura en Libia es total. Prueba de ello son las deserciones en el seno del Ejército. Diversos mandos se han unido a los rebeldes y han dado la espalda a Gadafi. Un caza libio ha preferido estrellarse, tras lanzarse sus ocupantes en paracaídas, que bombardear a los civiles. En el ámbito político, la dimisión del ministro del Interior, del representante libio en la Liga Árabe y de ocho embajadores ponen contra las cuerdas a un Gadafi que ya en su discurso de ayer dejó entrever que ve su final cerca. Prueba de ello es que varios de sus familiares ya han intentado abandonar el país.
Mientras tanto, la población civil ha empezado a enterrar a su muertos. La página web Onedayonearth.org, ha mostrado un vídeo y diversas fotos de supuestos entierros de víctimas de la matanza en un cementerio ubicado en una playa de Trípoli.
Un caza libio se estrella después de negarse a bombardear a los manifestantes
Un avión militar libio se estrelló hoy después de que sus dos pilotos saltasen en paracaídas tras rechazar bombardear dos localidades en la región de Benghasi, en el este del país, controlada por los participantes en las revueltas contra el régimen de Gadafi, según el diario libio Quryna.
Según el diario, que cita a un coronel del Ejército en la base militar de Bnina, el avión era un Sukhoi 22 de construcción rusa y se estrelló al oeste de la localidad de Jedebia, a cerca de 160 kilómetros al suroeste de Bengasi.
El piloto y el copiloto, identificados como Abdelslam Atya y Ali Omar Gadafi, rechazaron bombardear la segunda ciudad libia y otra localidad de la zona, por lo que decidieron saltar en paracaídas, indicó Quryna, cuya redacción central se encuentra en Benghasi.
Esta información fue recogida también por la cadena Al Yazira, que citó al general del Ejército y jefe militar de la región de Tobruk, Suleiman Mahmud. El general dijo que uno de los pilotos que se lanzó en paracaídas era un coronel. Quryna publicó además hoy el mensaje íntegro de la dimisión del ex ministro de Interior libio, Abdul Fatah Yunis.
En ese mensaje, el ministro -que dimitió en protesta contra la actuación violenta del régimen- asegura que Gadafi le informó de su intención de bombardear Bengasi desde el aire y que él le suplicó que no llevase a cabo esa acción.