Una empresa de Málaga sortea la organización de un funeral
Pocos sorteos despiertan tan mal rollo como el que ha organizado una funeraria de Benalmádena para quienes algún día serán sus clientes. Ni más ni menos que un plan funerario gratis, con la ventaja de que el boleto ganador no es personal ni intransferible, por lo que en caso de no querer usarlo para sí mismo, se puede designar a un familiar o amigo. Probablemente, se trate del premio que nadie quisiera ganar, pero por el momento ya son 450 los inscritos atraídos por el ahorro que supone para el bolsillo propio o el de los familiares cuando uno se marche. Aun no se ha fijado la fecha del sorteo, aunque seguramente tendrá lugar la primera semana de marzo. El único requisito que se exige para participar es ser mayor de 55 años.
El agraciado, por llamarlo de alguna manera, se beneficiará de un servicio completo valorado en 2.700 euros en el que se incluye la gestión de todos los trámites administrativos, el uso de la capilla, el féretro, la cremación e incluso la urna para depositar las cenizas del difunto. Además, en caso de ser necesario, también se ofrece la guarda y custodia del cuerpo durante varios días en cámara frigorífica. De hecho, lo único que queda excluido de un plan funerario tipo es el servicio de un sacerdote y las flores, por tratarse de cuestiones más personales, además de la inhumación. ¿El motivo? Funeraria Camero, que así se llama el negocio, es la única de la Costa del Sol occidental con crematorio propio (ubicado en el Cementerio Internacional de Benalmádena), por lo que con la incineración todo queda en casa.
Población extranjera
Con esta curiosa iniciativa, la entidad pretende promocionar sus servicios especialmente entre la población extranjera, menos dada a contratar un seguro de decesos. Todo lo contrario ocurre con los españoles, más propensos a pagar en cuotas mensuales su despedida del mundo de los vivos, pero también más reacios a pensar en el momento en que les llegará la hora.
«Hablar de la muerte no significa adelantarla, y qué mejor que organizarse uno mismo su propio funeral y evitar así que luego sea un cuñado el que se encargue de todo», asegura Salvador Camero, propietario de esta empresa cuyo origen se remonta al siglo XIX y por la que ya han pasado cuatro generaciones de profesionales funerarios, ahora con delegaciones en Málaga, Torremolinos, Fuengirola y Mijas. Camero entiende que a muchos les pueda resultar macabro o del mal augurio planificar su último adiós, pero como experto en la materia insiste en que «es algo que más tarde o más temprano, todos vamos a necesitar, y si se puede dejar todo en buenas manos, ¿por qué no?». Y si sale gratis, mejor aún.
Simplemente me parece deleznable, por no utilizar otro término, ..todos tenemos un trabajo y un negocio pero, para todo hay fronteras..y estos señores a mi juicio la s han traspasado y con creces