Messi firma un registro de 16 victorias consecutivas con el intratable Barça
El récord de 15 victorias consecutivas del Real Madrid de Di Stéfano de hace medio siglo ya es historia. El Barça de los seis títulos en una misma temporada y de la plusmarca de 99 puntos en la Liga que también va camino de batir en este campeonato, firmó ante el Atlético de Madrid otro registro de leyenda. Ya son 16 triunfos consecutivos los que acumula este intratable Barcelona al que le bastó poco más de un cuarto de hora para romper la resistencia de un Atlético instalado en la mediocridad que pagó su miedo en la primera parte, en otra demostración azulgrana de fútbol autoritario y contundente. Con algunas rachas de brillantez, pero también en esta ocasión de mucho respiro del Barça en un partido insulso, por haber sentenciado el partido en media hora, liderado por un futbolista estratosférico habituado a marcarle al Atlético y que otra vez hizo rendirse al Camp Nou.
Messi marcó otros tres goles para sumar ya 24 y superar en el ‘Pichichi’ a Cristiano Ronaldo, y el Barça se fue a dormir con 10 puntos de ventaja sobre el Madrid. Un mundo ya, en diferencia numérica, y en fútbol. En una cita tan trascendental para los azulgrana, deseosos de acabar con cualquier marca del Madrid, y aún más con la de la temporada 1960-61 de aquel equipo de un mito viviente en el que también jugaban Gento y Puskas. La máquina azulgrana se puso a funcionar desde el pitido inicial y el Atlético padeció pronto el fútbol de salón y la eficacia de Messi.
Después, con el marcador tan a favor, los azulgrana, que vivieron una noche plácida, se pudieron tomar su merecida tregua, A la primera ocasión que tuvo el Barça, gol de Messi, en una jugada individual que volvió a dejar en evidencia a una defensa rojiblanca modificada por la decisión de Quique Flores de adelantar al medio campo a Filipe Luis y dejar en el banquillo a Forlán. Tuvo que recurrir al uruguayo tras el descanso y el Atlético al menos ofreció una cara muy distinta, beneficiado también por la tranquilidad azulgrana.
Aunque el Atlético estaba acostumbrado a hacerle la faena al Barça, los precedentes llevaron al técnico rojiblanco a ser reservón ante un equipo que gana sí o sí tanto si decides plantarle cara como si no, y prefirió la contención al atrevimiento. Sin ningún éxito, porque cuando reaccionó tras el descanso, cuando el Atlético mejoró, la victoria ya no se le iba a escapar a este Barcelona que en la primera mitad se divirtió con sus rondos sin forzar, a la espera de encontrar los huecos que llegaron, y en la segunda parte se dejó dominar, consciente de las muchas limitaciones del Atlético.
Relajación
Dani Alves, con una entrada brutal a Agüero al filo del descanso, se arriesgó a la expulsión, una de las contadas ocasiones que el ‘Kun’ estuvo cerca del área de Valdés. No fue una exhibición del Barça, pero con el balón siempre atado al pie en la primera parte y el Atlético incapaz de robar e intentar alguna contra, su superioridad fue más que suficiente para resolver en menos de 30 minutos. Y con Messi protagonista en casi todas las jugadas de ataque, para aprovechar un mal despeje de Antonio López y poner el segundo en los momentos en los que el Barça había encerrado en su área a un Atlético incapaz de dar dos pases y de tirar una sola vez a puerta en todo el primer tiempo.
Pudo irse al descanso el Barça con una ventaja de tres goles si no lo hubiese evitado el pie de De Gea poco antes del 2-0. Lo intentó Pedro, que habría conseguido marcar en siete jornadas consecutivas, para igualar, entre otros a Cruyff. Pasado el ecuador de la segunda parte también el portero rojiblanco impidió el tercero de Messi, cuando el Atlético pegó un bajón y el Barça se sobrepuso al dominio rojiblanco. Porque durante más de 20 minutos de la segunda parte, con la extrema relajación de los de Guardiola y ya con Forlán en el campo, el Atlético se animó. Sin embargo, con escasa claridad de ideas y sin profundidad ante una defensa insuperable, a los rojiblancos solo se les presentó una ocasión de Luis Filipe sacada bajo palos por Piqué. Como el Atlético no tiene equipo ni fe, no hubo continuidad en los visitantes, y el Barça volvió a retomar el control de la situación y Messi tuvo tiempo para hacer un ‘hat-trick’ en otra desgraciada jugada defensiva.
Así, el Barça da otro paso más hacia el título, y esta vez la nueva goleada pudo conseguirla a medio gas, porque al campeón le sale todo y este ‘Atleti’ no está para nada.