Los conductores de coches de alquiler en Nueva York se han apropiado ilegalmente, mediante manipulaciones con los taxímetros, en tan sólo dos años de 8,3 millones de dólares, informa Associated Press, citando el veredicto de la Comisión Municipal de Taxis y Limusinas. Se trata de 1,8 millones de casos, cuando los taxistas cobraban a sus clientes tarifas extraurbanas, aunque los viajes se realizaban dentro de los límites metropolitanos.

En total Nueva York cuenta con 48.300 taxistas con licencia, de los cuales 35.600 -por lo menos una vez en su carrera profesional- aplicaban la tarifa extraurbana en los viajes dentro de la ciudad. En estos casos los clientes debían pagar el doble de lo normal. La mayor parte de los fraudes tarifarios corresponde a un “grupo selecto” de tres mil conductores, cada uno de los cuales ha engañado a más de cien pasajeros.

En 2009 la Comisión Municipal de Taxis recibió la denuncia de un pasajero engañado, y se aclaró que uno de los conductores aplicaba deliberadamente el truco con la tarifa más cara de lo debido, más de cien veces durante todo un mes. Este alarmante descubrimiento dio inicio a una investigación exhaustiva, que incluía el análisis de datos, proporcionados por los aparatos de posicionamiento global (GPS) con que están dotados obligatoriamente todos los taxis de la ciudad. Los resultados obtenidos fueron entregados al Departamento de Investigación de Nueva York.

“Sobre algunos de los taxistas sin escrúpulos pesan acusaciones muy serias –dijo el alcalde de la ciudad Michael Bloomberg-. Es poco probable que podamos recuperar el dinero trampeado, pero somos capaces de poner fin a la práctica fraudulenta y castigar a los culpables”, sentenció el alcalde neoyorkino.