Una anciana de 81 años de edad fue retenida durante seis horas en el piso de un vecino, donde recibió una brutal paliza y, además, fue violada, por un vecno marroquí. Todos los casos de abusos sexuales despiertan un auténtico sentimiento de repugnancia, pero algunos de ellos, como éste ocurrido ayer en un barrio de Valencia, rozan lo incomprensible por la crudeza de los hechos.

La pesadilla comenzó sobre la una del mediodía de ayer, cuando una señora bajó a la calle para tirar la basura a un contenedor de su barriada. Después volvió a su casa y decidió coger el ascensor, ya que reside en una de las plantas más altas del edificio de viviendas. En ese momento todavía no podía saber que un gesto aparentemente tan insignificante como coger el ascensor iba a convertirse en una de las peores decisiones de su vida. Porque, no subió sola. Uno de sus vecinos, un hombre de mediana edad, la acompañó en el elevador.

Cuando llegaron al rellano de él, el hombre salió del ascensor y obligó a la mujer a que lo acompañara, no sólo a abandonar el ascensor, sino también hasta su piso. El reloj marcaba la una del mediodía, y no fue hasta pasadas unas seis horas —alrededor de las siete y media de la tarde— cuando la mujer volvió a salir de la vivienda.

Una vez en el piso, el hombre supuestamente arrancó la ropa a la anciana y abusó sexualmente de ella, según fuentes consultadas por este periódico.

Además, presuntamente le propinó una brutal paliza, pues la mujer recibió golpes incluso en la cabeza y en la cara. Todo ello sucedió justo en el rellano de abajo del domicilio habitual de la anciana. Alrededor de las 19:20 horas, su agresor decidió abandonar la casa donde sucedieron los hechos, dejando sola a la mujer en el domicilio. Era el momento de escapar.

Desesperada, la mujer buscó algo con lo que cubrirse y se puso un albornoz. Subió al piso de arriba y pidió auxilio a otro de los residentes en el edificio, que fue el primero que la escuchó y la ayudó. Quedó tan sumamente consternado que el hombre también pidió ayuda, algún tipo de soporte moral, llamando a familiares. Lo que acababa de escuchar era demasiado cruel. La anciana fue trasladada al Hospital General de Valencia.

«Esto no puede volver a pasar»

Los vecinos de la zona ayer se arremolinaban alrededor del patio donde sucedieron los hechos y condenaban una y otra vez lo sucedido. «¿Por qué alguien haría una cosa así?», se preguntaban, al tiempo que condenaban con rotundidad la agresión. «Esto hay que denunciarlo para que no vuelva a pasar», señalaban los vecinos.

Los policías lograron detener horas después en su domicilio al supuesto autor del suceso, del que por el momento se desconocen más detalles salvo su nacionalidad marroquí. El sospechoso permanece detenido en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial. La noticia no ha mereciso siquiera una mínima referencia en ningún telediario.