Josep Anglada se presenta a las elecciones autonómicas catalanas con un discurso contrario a la presencia de extranjeros en Cataluña. Su mensaje de “Los de casa, primero” parece haber calado hondo en una población resignada durante décadas a gobiernos que nada hicieron para impedir la conversión de Cataluña en la región española con un mayor número de inmigrantes y mezquitas ilegales.

Por vez primera en nuestro país, una formación identitaria tiene posibilidades serias de horadar las puertas de un parlamento autonómico. Tal vez por eso, los medios catalanes han establecido un ‘pacto de silencio’ en torno a las actividades electorales de la Plataforma per Catalunya, lo que sin embargo no ha impedido que su discurso contra el islam y en favor de la identidad occidental de Cataluña esté traspasando los umbrales del silencio para ser nítidamente escuchado por miles de catalanes cansados de la crisis en las familias, la criminalidad en las calles, la islamización en las ciudades y la corrupción en las instituciones públicas.

-¿Nos puede hacer una breve descripción suya y de su precurso político?

Siempre he dicho que no soy un hombre de despacho y que mi oficina está en la calle, porque dar respuesta a los problemas de la gente exige dialogar y saber escuchar. Tengo vocación de servicio a los demás, y eso es lo que me convierte en una persona hábil para hacer política.

Los nuevos tiempos plantean nuevos problemas, y por tanto exigen nuevas soluciones. Inmigración, seguridad ciudadana y vivienda son retos de reciente aparición que hasta ahora planteaban escasos problemas. Nuestro lenguaje es directo y libre de eufemismos, y esto nos permite abordar los problemas de una manera transparente y comprensible para los ciudadanos.

-¿Cómo surge la PxC?

La historia de PxC se remonta a 2001, año en que fundé Plataforma Vigatana. Pronto, lo que empezó siendo un proyecto de ámbito municipal restringido a mi ciudad, Vic, despertó el interés de gente de otros puntos de la geografía catalana. Así fue cómo el programa que yo ideé para Vic acabo convirtiéndose en un proyecto común para Cataluña, y así, en 2002, fundé Plataforma per Catalunya.

El nacimiento de PxC tiene lugar ante la imperiosa necesidad de encontrar salidas a la actual situación en que está desembocando el sistema de partidos políticos, que no solamente no dan respuestas a la sociedad, sino que además la expolian sin ningún tipo de pudor.

Los ciudadanos buscan cada vez más fórmulas alternativas, porque las tradicionales fallan. Nosotros tenemos una concepción moderna y ágil de la política, y nuestro mensaje interpela de manera más directa y sincera a los votantes. La gente está cansada de partidos que han perdido el ritmo del mundo y la noción de la realidad.

-Inmigración, islamismo, Seguridad e alojamiento social son los principales asuntos abordados por Plataforma en esta campaña. ¿Por qué los considera una prioridad y qué jerarquización establecería usted entre ellos?

Inmigración, seguridad e islamismo es un trinomio íntimamente ligado. Son tres cuestiones que van de la mano y que se encuentran en un mismo nivel.

La presencia de inmigrantes en nuestros países viene acompañada del aumento de desempleo y la delincuencia, así como de la paulatina sustitución de la población autóctona por población extranjera. La llegada de trabajadores no cualificados ha provocado un descenso en los salarios en diversos sectores de la economía, como la construcción o la hostelería.

Los auténticos beneficiarios de la inmigración han sido los empresarios y las clases altas, pero el fenómeno ha perjudicado a las clases trabajadoras debido a un aumento de la oferta de mano de obra poco cualificada.

En cuanto a la seguridad, la percepción de que un creciente porcentaje de los delitos perpetrados en España es obra de delincuentes extranjeros no es ningún tópico. En España, durante el periodo 2000-2007 la población penal de origen inmigrante aumentó un 187%, y la española sólo un 20%. A pesar de representar cerca de un 13% de la población, los extranjeros suponen ya el 40% del total de la población reclusa.

Si la inmigración repercute en la vertiente económica de manera negativa, en el Islam encontramos el ejemplo perfecto de que también lo hace en la vertiente cultural. Islam y democracia son incompatibles. En PxC siempre hemos dicho que el Islam es un caballo de Troya para Occidente. No hay más que ver los informes policiales que constatan que un porcentaje preocupante de las mezquitas que hay en Europa siguen las doctrinas más radicales del Islam, en las que por supuesto se predica el odio contra todo lo que represente los valores occidentales. El papel de las mujeres musulmanas pone en evidencia que se trata de una religión absolutamente retrógrada que no casa con las libertades y derechos de los que se disfruta en Occidente.

-Se le acusa de “xenófobo”, “intolerante”, etc. ¿De qué forma repercuten esos ataques en la percepoción que de usted tenga la opinión pública?

Como ocurre con otros partidos identitarios, algunos medios de comunicación intentan desacreditarnos y desgastar nuestra imagen vertiendo sobre nosotros acusaciones y descalificativos. El peligro de este boicot es que parte de la ciudadanía construya en el imaginario colectivo una imagen distorsionada de nuestro partido. Por esta razón es muy importante establecer contacto directo con los ciudadanos y dejar que sean ellos mismos quienes comprueben de primera mano que no somos los monstruos que los medios de comunicación retratan en sus noticias.

-La alteración del tejido social de Cataluña, a partir de las migraciones masivas, un consumismo desenfrenado y la destrucción de los ecosistemas es similar aquí que en el resto de Europa. ¿Cree que podríamos llegar a un punto de no retorno?

No podemos resignarnos. Estamos a tiempo de cambiar las cosas, y la existencia de la corriente identitaria es una prueba de ello. Los europeos todavía somos mayoría en Europa, y nuestra misión debe ir encaminada a concienciar a nuestros conciudadanos sobre el deber de defender la continuidad histórica de nuestra cultura y lograr una armonización del hombre con la naturaleza.

-Usted estuvo presente en la Convención Identitaria en Beaune. ¿Qué análisis hace del actual movimiento identitario? Considera pertinente la lógica de arraigo local, a través de grupos y asociaciones de diverso carácter?

Los identitarios debemos estar en la sociedad, arraigándonos y contribuyendo a crear grupos de apoyo de la causa identitaria, porque ante todo el nuestro es un movimiento que, pese a ser intelectual, también es popular y social, y no puede perder la noción de la realidad. Para los ciudadanos, la realidad más próxima y palpable transcurre precisamente en el ámbito local, por lo tanto es desde este nivel desde el que se organizan y proyectan su sentido de pertenencia.

En PxC también apostamos por la actuación desde los ámbitos más próximos. Siempre hemos dicho que la política no empieza en el Parlament de Cataluña o en el Congreso de los Diputados de Madrid, sino en los Ayuntamientos.

-¿Cuál será la primera propuesta que presentará al Parlament si sale elegido en las próximas elecciones autonómicas?

La expulsión inmediata de todos los inmigrantes que se encuentren en situación irregular.