El Madrid castiga al Athletic (5-1)
El Real Madrid llegará al Camp Nou como líder. Los blancos se impusieron con autoridad al Ahtletic gracias a su letal pegada. Cristiano Ronaldo sigue pletórico. El portugués respondió a Messi y también firmó un ‘hat-trick’ para mantenerse como ‘pichichi’ del campeonato. Mourinho, que cumplió su segundo partido de sanción, observó desde la grada el juego perfecto al contragolpe de sus pupilos. Los rojiblancos mostraron una actitud encomiable, pero sus carencias defensivas les costó una goleada excesiva.
Los blancos salieron con su once de gala. Los jugadores ‘merengues’ salieron al césped sabedores de la goleada del Barça al Almería. Quizás, desconcertados por la abultada victoria del eterno rival, los locales comenzaron algo dubitativos. El Athletic aprovechó ese despiste para irse al ataque. Llorente mostró su calidad en una jugada individual en la que rompió a Carvalho, pero su tiro lo sacó Pepe bajo palos.
La ocasión de los rojiblancos despertó a los blancos. El Madrid reaccionó y empezó a tocar la pelota. Cristiano Ronaldo fue el primero en avisar con un remate acrobático que se marchó desviado. El partido no le gustaba a Mourinho, que bajó del palco y se sentó al lado del banquillo. Desde allí pudo ver más de cerca el genial pase de Di María a Higuaín, que el delantero argentino convirtió en gol. Era el primer balón que tocaba el ariete. Su eficacia volvía a relucir.
Los de Joaquín Caparrós acusaron el tanto. Ahora eran los vizcaínos los desubicados. Ramos pudo marcar el segundo de cabeza. El público que abarrotaba el Santiago Bernabéu disfrutaba. Pero la garra y el carácter del Athletic pronto hicieron acto de presencia. Los leones presionaron y empezaron a merodear el área rival. El Madrid se replegó descaradamente y buscó la contra. El resultado fueron las inmensas paradas de Casillas. El guardameta ‘merengue’ sacó una mano espectacular a un tiro de Susaeta y mostró sus reflejos a otro remate de Llorente. El delantero riojano, pretendido por el Madrid, creó problemas a la zaga blanca. Es el referente absoluto en el ataque rojiblanco, provocó segundas jugadas y aguantó la pelota a la espera de la incorporación de la segunda línea de ataque. El problema es que estuvo demasiado sólo, porque el joven Muniain apenas entró en contacto con el esférico.
Los bilbaínos eran los dueños del balón, pero no finalizaron sus ocasiones. El Madrid, que se había tomado un respiro, volvió al encuentro con una contra perfecta, de las que se explican en los manuales. Iniciada por Higuaín, con un pase excepcional y al primer toque de Ozil para que Cristiano marcase a placer. El gesto técnico del alemán fue lo único que el Bernabéu vio de su irregular futbolista. Pero daba igual. El público disfrutaba y ya soñaba con igualar la goleada del Barça. Pero las cosas se torcieron. El Athletic no se vino abajo. Javi Martínez y Orbaiz empujaron al equipo. Los de Caparrós, fieles a su estilo, colgaron balones en busca de Llorente. Ante la presión rival, los de Mourinho volvieron a replegarse. Al fin, los vizcaínos obtuvieron recompensa a su esfuerzo y determinación con un tanto de Llorente en una jugada embarullada dentro del área.
Dos penaltis
Tras la reanudación el guión se mantuvo. El Athletic tenía la posesión y buscaba sin demasiado acierto la portería de Casillas, mientras los blancos permanecían tranquilos agazapados. Una actitud que resume la confianza del Madrid en su defensa desde la llegada de Mourinho al banquillo. No en vano es el equipo menos goleado de la Liga. Y Casillas tiene mucho que ver en ello. El guardameta volvió a desbaratar un tiro de falta de Susaeta. El jugador del Athletic, quizás desesperado por las ocasiones falladas, cometió un penalti absurdo sobre Di María. Sergio Ramos fue el encargado de transformarlo para sorpresa de todos los presentes, incluido Mourinho, que pidió explicaciones a Karanka.
Sin apenas tiempo para reaccionar, Cristiano marcó el cuarto de falta directa con la colaboración de Iraizoz. A partir de ahí el partido decayó. Mourinho dio entrada a Benzema para oxigenar la delantera. Pero el francés no tuvo tiempo para demostrar su progresión. El Atheltic lo intentó hasta el final, e incluso Javi Martínez remató al larguero. Pero fue Cristiano quien cerró la goleada con otro tanto de penalti.