En la foto, un profesor se repone de sus lesiones tras ser agredido.

Desde noviembre de 2005 y hasta el pasado curso, se ha atendido en el Defensor del Profesor de Anpe, sindicato independiente de la Enseñanza, a un total de 889 docentes destinados en Andalucía, comunidad que ocupa el cuarto lugar en este particular ranking tras Madrid, Galicia y Cataluña. Aunque parece que el fenómeno no crece, sí es ya un problema «enquistado en el sistema» que supera incluso al de las mujeres supuestamente maltratadas.

Así, en 2009-10 el 58,62% de las llamadas a este servicio correspondían, como viene siendo habitual, a profesores de Secundaria (ESO, Bachillerato y Programa de Cualificación Profesional Inicial, PCPI), un 37,93% de los niveles de Infantil y Primaria —donde se está experimentando un aumento— y el 3,45% del resto de enseñanzas (FP, Educación Permanente, Enseñanzas Artísticas e Idiomas). En el pasado curso,

Los principales conflictos se relacionan con los alumnos (57,14%), seguidos de los vinculados con familiares y amigos de alumnos (30,54%) y el resto (12,32%) con otros profesores o la misma Administración. En el primer caso, se trata, en líneas generales, de pero que imposibilitan el desarrollo normal de lasproblemas de «baja intensidad clases por la actitud del alumnado», mientras que en los dos siguientes pueden llegar a saldarse con agresiones, «incluso físicas», y con acoso laboral.

Dentro de Andalucía, Sevilla es la provincia andaluza en la que mayor cantidad de casos se registraron el pasado curso (45) —también es la que presenta un número más elevado de centros y docentes—, seguida de Málaga (31), y figurando en el extremo opuesto Almería y Huelva (con 13 casos cada una). En el entorno sevillano, la capital se lleva la palma (25 casos) así como el área metropolitana (12), según se detalla en el gráfico de esta información, en el que se aprecia que las profesoras se ven más afectadas por situaciones de acoso o violencia escolar. El resto de parámetros (por niveles educativos, origen del conflicto…) vienen a coincidir, globalmente, con los señalados a nivel autonómico, de manera que el acoso psicológico resulta el más frecuente, aunque no aparezca reflejado en un porcentaje concreto, como tampoco el acoso a través de internet.

Según el presidente de Anpe Andalucía, Francisco Padilla, es en el 35% de fracaso escolar que se registra en la ESO donde habría que localizar a gran parte del alumnado «no motivado» que puede protagonizar las situaciones denunciadas por los docentes. Es por eso por lo que este sindicato advierte la necesidad de «flexibilizar» la Secundaria con la creación de una diversidad de itinerarios hacia los que los estudiantes puedan derivar sus intereses, pues «no todos desean ir a la Universidad».