Trascienden nuevos detalles del fallido ataque del terrorismo islámico contra EE.UU.
Trascienden nuevos detalles del fallido acto terrorista con dos paquetes de explosivos encontrados en aviones procedentes de Yemen rumbo a Estados Unidos y atribuido por servicios de seguridad estadounidenses a Al Qaeda en la Península Arábiga, un grupo terrorista afiliado a Al Qaeda.
Según información de la agencia AP, los servicios secretos del país fueron alertados hace un mes sobre posibles ataques terroristas con artefactos químicos o bacteriológicos enviados por correo.
Asimismo, en el hallazgo de los paquetes con explosivos habría ayudado también información suministrada por autoridades de Arabia Saudita según se desprende de un anuncio que hizo la noche del pasado viernes el consejero presidencial estadounidense para antiterrorismo, John Brennan. Él agradeció a ese país por la ayuda que significó identificar la “amenaza” de los paquetes.
“Estados Unidos expresa su gratitud al reino de Arabia Saudita por su ayuda que permitió obtener información relativa a la inminencia de una amenaza proveniente de Yemen”, dice el comunicado.
Por su parte, el Gobierno británico anunció “estudiar urgentemente medidas de seguridad” para todos los aviones de carga procedentes de Yemen a Estados Unidos durante alguna escala en un aeropuerto británico.
“Estudiamos de urgencia las medidas de seguridad que deben ser tomadas en lo que se refiere a los aviones de carga procedentes de Yemen”, señaló en un comunicado la ministra del Interior del Reino Unido, Theresa May.
Por otra parte, portavoces de la aviación militar informaron que un avión de pasajeros procedente de Dubai que aterrizó en el aeropuerto Kennedy de Nueva York fue escoltado por dos cazas norteamericanos F-15 como medida de precaución.
Autoridades del emirato dijeron luego que el avión escoltado, de línea regular de la compañía Emirates, no contenía ningún paquete procedente de Yemen.
Sin embargo, el tenso ambiente no hizo suspender el viaje de Barack Obama a cuatro ciudades del país para participar en actos electorales, entre ellas Chicago, destino de los artefactos explosivos.