La ONU solicita a EEUU que no juzgue a un niño soldado por crímenes de guerra
La representante especial del secretario general de la ONU para Niños y Conflictos Armados, Radhika Coomaraswamy, ha solicitadoe ste lunes a Estados Unidos que no juzgue por crímenes de guerra a un joven que lanzó una granada y mató a un soldado estadounidense en Afganistán cuando tenía 15 años.
“Me entristece saber que Omar Khadr, un joven acusado de lanzar una granada que causó la muerte a un soldado estadounidense cuando tenía 15 años, será el primero en ser juzgado por la Comisión Militar sobre crímenes de guerra”, señaló Coomaraswamy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que ha comenzado hoy lunes su décimaquinta sesión.
“La Comunidad Internacional sin excepción ha rechazado juzgar a niños por crímenes de guerra. Todos los fiscales del mundo han usado su discrecionalidad para asegurar su rehabilitación, en lugar de perseguirlos por crímenes que cometieron cuando eran niños soldados reclutados por adultos para luchar en causas que ni tan siquiera entendían”, prosiguió la experta.
Ante esta situación, la experta instó a Estados Unidos a asegurar que el caso de Khadr “no sea una excepción”.
“Juzgar a Omar Khadr por crímenes de guerra establecerá un precedente que puede poner en peligro el estatus de los niños soldados en todo el mundo”, añadió.
Más esfuerzos de la comunidad internacional
Por otra parte, Coomaraswamy, al presentar su informe ante el Consejo, se refirió a la situación de los menores desplazados internos, un tema sobre el que su oficina ha elaborado y presentado hoy un informe en el que se establecen normas y guías sobre cómo proceder para asegurar su bienestar.
“No hay niños más vulnerables en el mundo que los que han sido desplazados de sus hogares por un conflicto armado”, aseveró la experta, quien lamentó que estos menores, a los que a la mayoría se les deniega incluso la documentos de identidad, se convierten “en ciudadanos de segunda”.
“Los niños y sus familias deberían disfrutar del derecho a la libertad de movimiento. Los campos no deberían convertirse en prisiones para niños. Las restricciones extraordinarias de la libertad de movimientos, a menudo niegan el derecho del niño a la educación, y muchas veces los convierte en víctimas de acoso”.
Coomaraswamy señaló que los niños desplazados internos son susceptibles de graves violaciones, sexuales las niñas, y de reclutamiento como soldados, los niños.
Es por ello que solicitó un esfuerzo suplementario de la comunidad internacional para que asegure que esto no ocurra.
También pidió que se declare como esencial que los menores desplazados reciban asistencia psicológica que les ayude a superar los varios traumas sufridos.