El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha respondido al grito de «¡Viva el 8-M!» que ha lanzado el presidente del Gobierno durante su intervención en el Pleno del Congreso afirmando que «en este contexto es tanto como gritar ¡viva la enfermedad y viva la muerte!».

Abascal, en un discurso muy crítico contra Pedro Sánchez y su Gobierno, les ha advertido que la gestión de la crisis del Covid-19 «no la pueden maquillar: decenas de miles de españoles muertos por el sectarismo y la negligencia criminal de este Gobierno», Además, le ha recriminado pactar con todos aquellos «que lo único que les importa es hundir España», haciendo referencia a ETA, PNV y ERC.

El presidente de Vox le ha respondido a la apelación de Sánchez a nos patrimonializar la bandera de España, afirmando que «bastaría con que exija a sus cómplices de investidura que no la quemen y no la arríen de los edificios oficiales. Y de paso anime a sus huestes, a sus militantes, a que la enarbolen en los mítines del PSOE y que lo hagan también los señores de Podemos. Aquí lo único que se arrebata es lo que ustedes han tirado al suelo».

Abascal también ha respondido al llamamiento de Sánchez a la concordia, subrayando que «los españoles han visto peligrar sus vidas en manos de un Gobierno extremista y guerracivilista» y ha hecho un llamamiento a los españoles «para que no caigan en sus provocaciones y elijan el camino de la concordia nacional, de la de verdad, no de la impostada, señor Sánchez, y se protejan del odio que promueve el Gobierno del señor Sánchez y el señor Iglesias».

«Llamamiento al odio»

A juicio de Vox, este Gobierno «ha hecho llamamientos al odio, a la violencia, a los escraches, a la eliminación de los adversarios políticos desde esta tribuna, y lo ha hecho únicamente para protegerse de las responsabilidades penales».

Abascal le reprochó a Sánchez que diga «que el enemigo es el virus, que evitemos la crispación. Ha dicho literalmente que no al insulto, no a la crispación, vale. Inmundicia, parásitos, apelación implícita a los crímenes del Frente Popular para decir que los diputados de Vox desapareceremos de esta Cámara, acusaciones de golpismo, de pretender la insubordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de las Fuerzas Armadas. Es decir, insultos, insultos, mentiras y mentiras».

El presidente de Vox se dirigió al vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que se ausentó del hemiciclo durante su intervención, que es curioso que quien «ha llamado terrorista a todo el mundo: Felipe González, Amancio Ortega, Rodrigo Rato, se rasgue las vestiduras porque una señora llame terrorista a su padre» y le recordó un tweet donde hacía alusión a la pertenencia de su padre al Frap. En este sentido, calificó a Iglesias de ser un «fanfarrón de poca monta».

«Silenciar sus fechorías»

Abascal situó las acusaciones a su partido de de querer dar un golpe de estado en la intención de “desviar la atención de sus responsabilidades criminales. Da igual, los fuegos de artificios y las cortinas de humo no van a servir para eludir la acción de la justicia. Todos ustedes tendrán que responder por ocultar información a los españoles. No va a haber censores suficientes con capacidad para silenciar sus fechorías por mucho que acosen a la oposición al estilo bolivariano”.

El presidente de Vox criticó la renta mínima vital, como va a ser aprobada, y respaldó una «temporal y excepcional, que es buena, pero permanente y universal, no, es un augurio de pobreza y ruina. La renta mínima es la incapacidad del Gobierno para crear riqueza, es crear pobreza y personas dependientes». A su juicio, con ellos van a «comprar cientos de miles de votos que es una condena para que nos resignemos ante su Gobierno bolivariano».

Finalmente, terminó su intervención afirmando que el Gobierno es «una sucursal de unos progres multimillonarios y de unos narcodictadores comunistas».