Auditoría de cuentas: cuándo es obligatoria y por qué conviene hacerla voluntariamente
A través de una auditoría de cuentas se comprueban los estados financieros de una empresa, a fin de asegurar que estos suponen un reflejo de la imagen fiel de la contabilidad, el estado patrimonial y la actividad de la actividad desempeñada en la compañía.
Suele realizarse por razones legales, concretamente para cumplir la Ley de Sociedades de Capital, pero en muchas ocasiones se hacen auditorías de cuentas como ejercicio de transparencia de cara a clientes, bancos, proveedores, posibles socios, etc.
¿Quién es el profesional encargado de realizar la auditoría de cuentas?
La auditoría de cuentas a la que están obligadas algunas empresas para cumplir la mencionada ley debe efectuarla un experto contable, ajeno a la compañía y anotado en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC) del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC). Puedes conseguir más información consultando a estos auditores Barcelona.
¿Qué empresas están obligadas a hacer una auditoría de cuentas?
Tienen la obligación de auditar sus cuentas anuales todas las entidades que superen los límites señalados en el artículo 257 del R. D. Legislativo 1/2010, de dos de julio, Texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
Dichos límites se refieren a que la empresa cumpla durante dos ejercicios seguidos, a fecha de cierre de los mismos, dos de los tres requisitos siguientes:
-Que el total de sus activos superen 2.850.000 euros.
-Que el importe neto de la cifra de negocios sea superior a 5.700.000 euros.
-Que el número medio de trabajadores supere los 50 durante el ejercicio.
-También tendría la obligación de auditarse una empresa si un socio minoritario, con representación de más del 5% del capital social, lo solicita a través del Registro Mercantil cumpliendo los requisitos para ello (artículo 265.2 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital).
¿Cuáles son las ventajas de hacer una auditoría de cuentas voluntarias?
Realizar una auditoría voluntaria con profesionales experimentados como los de AOB Auditores conlleva las siguientes ventajas:
-Hace que el riesgo del administrador, o la persona que dirige el negocio, sea mínimo.
-Da un control y conocimiento mayor sobre la situación real de la empresa.
-Aporta la confianza de la opinión de un profesional independiente.
-Ayuda a tomar resoluciones estratégicas.
-Sirve para detectar fallos contables, aunque su finalidad no sea esta como se puede llegar a pensar.
-Da una mayor imagen de seriedad ante terceros, como clientes o proveedores.
-Supone una ventaja competitiva respecto a empresas del campo del mismo tamaño, ya que la mayoría de ellas no se auditan de forma voluntaria.
-Puede resultar más fácil conseguir financiación.
Tal como se puede observar, realizar una auditoría voluntaria es de lo más interesante para cualquier negocio, especialmente en estos momentos en los que la competitividad entre empresas pertenecientes a un mismo sector de mercado se convierte es más feroz que nunca. Esta auditoría puede ayudar al buen desempeño de un proyecto, además de las ventajas competitivas que puede suponer realizarla.