Plazos fijos, una opción muy válida para los inversores
Dentro de una economía de mercado, como en la que está inmersa la gran parte de la población a nivel mundial, cada individuo busca las mejores formas para poder obtener algo de rendimiento con los ahorros que posee.
Muchas son las opciones que se ponen a disposición de esa persona en particular para poder sacar el mayor rédito posible a su dinero. Inversiones en ladrillo, bolsa, futuros o productos financieros como plazos fijos y fondos de inversión, son la tónica más habitual de elección cuando se quiere obtener un beneficio con productos económicos.
Cuando alguien se enfrenta a la decisión de elegir entre este amplio abanico, una de las características que más inciden en dicha postura del inversor es su aversión al riesgo. Cuando el individuo en cuestión quiere ganar algo de dinero sin apenas riesgo, opta por productos que no fluctúen en exceso, y casi con totalidad de garantías que se ofrezca ganancia, aunque esta sea moderada.
Es importante antes de acometer una operación de esta índole, ponerse en manos de profesionales, que ayuden al usuario en cuestión a tomar la decisión más correcta y que esté acorde con sus intereses. Aquí es donde entran sociedades como Raisin, las cuales son un instrumento fundamental a la hora del correcto asesoramiento a clientes que quieren embaucarse en una aventura con sus ahorros.
Los productos que más son del agrado de los que no son amantes del riesgo, son los plazos fijos. Poco a poco, esta opción financiera ha ido dejando a otros con mayor incertidumbre tanto en las ganancias como en las pérdidas, aunque en la actualidad siguen teniendo su cuota de mercado a nivel europeo.
Tres son las características que cualquier individuo debe tener en cuenta cuando se va adherir a un plazo fijo: cancelación, rentabilidad y tiempo. Aunando estos tres apuntes, y cuadrando todas ellas en función de la mejor opción para cada inversor, se puede obtener un producto que garantice una ganancia del uno por ciento o del uno y medio por ciento a dos o tres años vista.
Lo ideal para un inversor que resida en España, es buscar este tipo de plazos fijos fuera de su nación, en bancos de países que forman parte de la unión europea, ya que en territorio patrio, la rentabilidad de estos productos sin apenas riesgo se acerca mucho al cero por ciento. Con lo cual, el interés de los posibles clientes se desvirtúa, cuando observan que deben tener su dinero parado una serie de años en una entidad financiera, sin obtener casi nada a cambio.
En cambio, la película es otra cuando se observan estos productos a través de bancos europeos. En ellos, se puede obtener en el corto plazo intereses cercanos al uno por ciento, y si el usuario opta por plazos a más largo espacio de tiempo, el interés obtenido por su dinero puede tornarse cercano al punto y medio porcentual. Sin duda, una buena opción para los inversores españoles.