Asociaciones informales
Hay miles de personas alarmadas e indignadas por los rumbos que sigue la política en España, pero que se sienten inermes ante los manejos de los actuales partidos, y no tienen interés en organizarse. Estas personas pueden cumplir un papel esencial en forma de asociaciones informales para crear opinión pública si se les proporciona “munición” en forma de argumentario y discurso, motivándolas a difundirlos ampliamente, por su cuenta. Una asociación formal tiene necesariamente una organización (presidente, tesorero, vocales, etc. ) y una jerarquía. Una asociación informal como la que propongo no precisa de nada de ello, puede extenderse mucho sin ninguna organización específica, y su número puede contrarrestar las manipulaciones de los grandes medios y de los aparatos partidistas. Con ello puede cambiar el ambiente social y ser expulsados los actuales partidos y políticos, cada vez más amenazantes para la libertad y la nación.
Un ejemplo de asociación informal es la que permite difundir y financiar, aunque sea hoy por hoy a un nivel muy bajo, el programa “Una hora con la Historia”. Otro ejemplo es la que está comenzando en torno a Gibraltar. Una tercera y muy importante a poner en marcha será la de la reivindicación de la verdad sobre Franco y el franquismo. Estos artículos quieren ser un arsenal de argumentos y consignas al respecto, que pueden tener un efecto muy importante si lo difunden miles de personas, cosa perfectamente posible si se entiende su importancia y se abandona la pasividad y el lloriqueo, tan asociados estos años al nefasto “voto útil”.
Excelente idea, don Pio. El único “problema” es que con una población aborregada, en su mayoría, dedicándose al fútbol y el alcohol., ya me dirá usted como lo hacemos…
Hace años que reenvío artículos interesantes,como los suyos, entre otros, a personas afines, y cuándo hablo con ellos, VEO QUE NI SIQUIERA SE HAN MOLESTADO EN LEERLOS.
Pero, eso sí, para ver LAS TELE BASURAS, tienen 3 o 4 horas diarias, por lo menos.
De cualquier forma, y por intentarlo que no queda.
Frente al pesimismo de la inteligencia, opongamos el optimismo de nuestra voluntad…
Buf, si ya en la mismisima Alemania la batalla está muy perdida, figurese usted en este pobre país nuestro. Don Pio hace este tipo de recomendaciones, pero luego confiesa que rehusa acudir a las televisiones generalistas porque ve un panorama desalentador. Dependemos de una carambola del destino.