Desconozco qué va a suceder mañana, pues no soy adivino, pero tampoco espero a ver el resultado, para saber quiénes “hemos ganado”, como decía don Pío Cabanillas, que en paz descanse.

Pero si tengo claro, clarísimo, que Pedro Sánchez –y omito el don, pues no lo merece-, es un felón, y un traidor a España, y a los españoles bien nacidos.

En esta situación, tan trágica, en la que está nuestra Patria, solamente a un traidor se le puede ocurrir hacer saltar al gobierno por los aires, apoyándose en aquellos que quieren destruir España: los partidos separatistas, tanto catalanes como vascos.

Con el acompañamiento, también, de aquellos partidos que propugnan el “cuánto peor, mejor”, Podemos, los restos de IU y demás partidos subalternos, girando todos en la órbita del comunismo internacional.

Pedro Sánchez, un hombre con un curriculum académico tan dudoso como el de Cristina Cifuentes, con un extraño doctorado, obtenido en un escasísimo margen de tiempo, con una tesis guardada bajo siete llaves, etc., no creo que esté para dar lecciones a nadie, sobre todo cuando en su puta vida ha trabajado en nada que no sea la política.

Si, ya sé que fue profesor, supongo que asociado, y a tiempo parcial, en la universidad privada en la que consiguió el doctorado (yo también he sido profesor en una universidad privada, y se cómo funcionan), pero la realidad es que no ha trabajado en su vida, ni por cuenta propia, ni ajena.

Es un vividor de la política, uno más, como Pablo Iglesias e Irene Montero, los nuevos Marqueses de Galapagar, y tantos otros políticos profesionalizados, que han descubierto que se puede vivir muy bien creando problemas nuevos, en lugar de buscar soluciones a los ya existentes.

No pretendo defender al PP, pues realmente no lo merece, y la existencia de la caja B era pública y notoria –igual que la de todos los demás partidos, dicho sea de paso-, pero si pretenden cargarse al presidente del gobierno por doscientos y pico mil euros de lucro a favor del PP, según una sentencia, que todavía no es firme, ¿qué harán ellos cuándo salga la sentencia de los Eres, en dónde el latrocinio de dinero público se estima superior a los ochocientos millones de euros?

Yo se lo diré: deberían colgarse de un árbol, todos y cada uno de ellos.

Y digo esto en lugar de hacerse el harakiri pues no creo que tengan cojones para ello. Yo tampoco, por cierto.

Que el futuro de España esté en manos de los que quieren destruir España, solo pasa en España.

Kafka debería hacer nacido aquí.

*Jurista y escritor.