Dolça Catalunya.- Pobre hombre. Tiene 38 años y toca el saxo en un anodino grupo de “ska jamaicano” que se llama Soweto y actúa en fiestas de pueblo. Dice que tiene un hijo de 8 años. Es separatista y se hace llamar Roger Espa. Su apellido completo es Español, Roger Español.

Parece que el nacionalismo radical hizo presa de Español entre partitura y partitura: Así que el 1 de octubre Roger acudió al instituto Ramón Llull del Ensanche, no para votar (Español no votó ese día) sino para “defender la votación”; con tan mala fortuna que su “defensa” le costó la visión de un ojo por un pelotazo de goma:

“La gente actuaba de manera pacífica en defensa de la votación… a pesar de todo, la policía empezó a cargar…en el momento del impacto estábamos esperando a que la policía se acabara de retirar”, manifestó al dar su versión de los hechos.

Roger haciendo peinetas pacíficas

El pobre Español “seguía el camino de la policía, porque era el mismo que tenía que hacer para ir a mi casa”. En la calle Cerdeña, entre Gran Via y Diputación, estaba “simplemente esperando a que la policía se acabara de retirar, en realidad no estábamos haciendo nada, estábamos esperando a que se fueran…no sé ni cómo ni cuándo, oí un disparo y enseguida recibí el impacto de la pelota en el ojo. Lo primero que hice fue tirarme al suelo por el dolor”. Cuenta su abogada que en ese momento, “ni él ni otras personas de su alrededor estaban provocando disturbios”.

Roger enseñando a un policía a tocar el saxo

Cuenta Español que tiene un hijo y que es “muy complicado que un niño entienda lo que ha pasado”.

Sí, Español, es complicado. Sobre todo cuando se ven las imágenes de los hechos, en las que se te ve en primera línea insultando, acosando y agrediendo a los antidisturbios, que acudían para proteger a sus compañeros de paisano que habían retirado las urnas. Y se te ve a un lado de la calzada, increpando, empujando a un policía, cogiendo una valla y arrojándola a los agentes al grupo de policías que trataba de abrirse paso por la calle.

Cuando Español recibe el pelotazo hacía unos segundos que había agredido a los agentes; podía haberles hecho mucho daño lanzando vallas. Deseamos que Español se recupere pronto y explique a su hijo la verdad: que el nacionalismo le ha fastidiado la vida mientras sus impulsores disfrutan en Bélgica. Y todavía le queda el juicio, en el que puede salir trasquilado.