Aunque ciertas lecciones ya no se impartan hoy en los colegios públicos, millones de españoles que durante nuestra infancia tuvimos la gran suerte de tener profesores que por encima de la democracia te inculcaban integridad, rectitud, y honestidad, todavía recordamos las reglas básicas por las que se debe regir toda sociedad civilizada. Permítanme por tanto que comparta por ejemplo el significado de la palabra “mentir”: “Mentir es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar”.

Pocas cosas han tenido un declive tan galopante en los últimos años como el valor de lo verdadero, la idea de no mentir, y de que el mentiroso es rastrero e indigno. Y díganme, ¿acaso no miente nuestra clase dirigente insistiendo en que los constitucionalistas, la democracia y el estado de derecho, han derrotada a ETA, cuando precisamente esos tres pilares han servido para que hoy los criminales se sienten en las instituciones y se carcajeen de sus víctimas?

Da igual Rubalcaba que Zapatero, Bono, López, Pedro Sánchez, o Idoia Mendía, todos repiten como un lorito la misma cantinela sin salirse del guion: “la democracia con un gobierno socialista, ha logrado derrotar a ETA”. Y a continuación, es el turno de los traidores y cobardes del PP; lo mismo da Rajoy que González Pons: “Los constitucionalistas hemos vencido a los que quieren acabar con nuestra democracia”.

Entérense de una puñetera vez. La única presión y “derrota” que ha podido experimentar esa banda de cobardes asesinos, ha sido la ejercida, llevada a cabo y lograda, por la Guardia Civil y la Policía Nacional. Punto.

Ustedes, por muy constitucionalistas que se autodenominen, no han derrotado absolutamente a nadie; lo único que han hecho contra ETA, fue lamentarse cuando los atentados comenzaron a tener color político y las víctimas fueron de sus filas, sólo entonces, invitaron al pueblo a salir a la calle con minutos de silencio, lazos negros en el pecho, y las manos pintadas de blanco. Nada más irrisorio e ineficaz. Nunca jamás movieron un solo dedo mientras los caídos eran humildes servidores públicos vestidos de uniforme o hijos de éstos, taxistas, cocineros, o humildes trabajadores.

Yo sugeriría a los medios informativos, especialmente a las televisiones públicas deficitarias que viven de nuestros impuestos, que a la vez que emiten los discursos de, Rubalcaba, Bono, Zapatero o Pedro Sánchez alardeando de haber derrotado a ETA, les recuerden que en alguna de sus sedes como la de Barcelona, se brindaba con cava cuando ETA asesinaba vilmente a un guardia civil o volaba por los aires una casa cuartel con todos sus moradores dentro. Esa debería ser la misión principal de un periodista objetivo, libre e independiente, en lugar de ser cómplice con su silencio de los hipócritas vocingleros.

En cuanto a los traidores y cobardes del Partido Popular, ¿que les voy a contar que ustedes no sepan? Hablan de la derrota de ETA mientras excarcelan a terroristas con cientos de crímenes a sus espaldas sin cumplir sus condenas, ciscándose en la sangre vertida por miembros de su propio partido, y para mayor escarnio, la hermana de Miguel Angel Blanco sigue en el Partido Popular, como sin con ella no fuese la traición y la ofensa. Algo tan indigno o más, que la presencia de un exjemad o un exguardia civil en las filas de Podemos.

Que todos los gobiernos de la democracia hayan negociado con los criminales etarras, no exime al Partido Popular de tanta traición y de tanta villanía. Si abandonaron a su suerte a Rita Barberá (DEP) después de ganar para el partido cinco legislaturas por mayoría absoluta, y ahora “dejan con el culo aire” al presidente de Murcia, ambos sin ser juzgados, ¿qué no serán capaces de hacer para que los dirigentes separatistas vascos y catalanes se dejen querer?

Mientras a un terrorista con decenas de crímenes en su haber le piden insistentemente que se arrepienta y pida perdón a sus víctimas para poderlo excarcelar aunque tenga mil años de condena, a los presos comunes no se les da el mismo trato y tienen que cumplir íntegramente sus penas sea cual sea el delito cometido.

Si los corruptos deberían por ley, devolver el dinero robado a los contribuyentes españoles, ¿por qué no se dice ni una sola palabra para que los terroristas vascos de la ETA devuelvan también hasta el último céntimo de lo extorsionado a los empresarios vascos y navarros, y cuyo montante asciende a cientos de millones de euros?

Pero no pasa nada. Ahí tenemos el trato dado a Carme Chacón tras su fallecimiento, y el espectáculo bochornoso e indigno que le brindaron a doña Rita Barbera Nolla, con la clara complicidad de los integrantes de su propio partido. Esto es la democracia: La primera mujer, Carme Chacón, siempre colocada a dedo por el líder de su partido, despedida con “honores” casi de jefe de Estado; la segunda, Rita Barberá, ganó limpiamente las elecciones en las urnas en cinco ocasiones con mayoría absoluta; fue acusada y condenada sin ser juzgada; y finalmente “ejecutada”.

Y mientras todo esto tiene lugar, siguen nuestros personajes sentados en el Parlamento una legislatura tras otra; con condición de aforados; como meros profesionales de la política; embolsándose cuando menos 6.000 euros mensuales; con las mismas prebendas y privilegios mientras exprimen al pueblo; denominándose constitucionalistas por no llamarse españoles; y alardeando de haber derrotado a ETA mientras liberan a los asesinos.