La increíble y dolorosa historia de un arquitecto ruso que vengó la muerte de su esposa y sus dos hijos
El 1 de julio de 2002, el arquitecto Vitaly Kaloyev, que llevaba un tiempo trabajando en la construcción en Barcelona, esperaba la llegada del vuelo 2973 de Bashkirian Airlines que traía a su esposa, Svetlana, y a sus dos hijos, Konstantin (10 años) y Diana (4 años), desde Moscú para visitarlo.
Pero el vuelo nunca llegó.
Cuando sobrevolaba Alemania, el avión chocó en el aire con otra aeronave de carga de la empresa de correo DHL y ambas cayeron a tierra. Murieron 71 personas.
Nada más enterarse del accidente, Vitaly viajó hacia Überlingen, en Alemania, y se unió a las tareas de rescate en un bosque cercano.
Allí pudo encontrar el cuerpo de Svetlana casi intacto, dado que su caída sobre un campo de trigo había sido amortiguada por las ramas de algunos árboles. Los cuerpos de sus hijos fueron hallados sobre una ruta cercana, frente a una parada de autobuses.
Las investigaciones demostraron que los aviones colisionaron por una serie de mensajes contradictorios y mal entendidos entre el control de tráfico aéreo del aeropuerto de Zurich y los pilotos de ambos aviones y por un fallo en el sistema automático de prevención de colisiones (TCAS) del jet ruso.
El operador aéreo de Zurich había ordenado al piloto de Bashkirian Airlines descender a 10.000 metros, la misma altura que el TCAS había sugerido al avión de DHL. El operador suizo percibió el problema y avisó al piloto ruso apenas 8 segundos antes de la colisión. Ya era demasiado tarde para evitarla.
Kaloyev quedó devastado. La empresa aérea le ofreció 180 mil dólares como compensación.
Transformó su casa de Vladikavkas, en Osetia del Norte, en un altar para su mujer y sus hijos. Dejó de afeitarse y vestía de negro todos los días.
Durante los años siguientes se dedicó a investigar el accidente y a pedir explicaciones. Finalmente, encontró en quién focalizar su dolor: Peter Nielsen, el joven encargado de la torre de control de Zurich la fatídica noche del accidente.
Contrató a un investigador privado que lo ayudó a localizar a Nielsen. El 24 de febrero de 2004 se presentó en su casa del pueblo de Kloten (un suburbio de la capital suiza). Le tocó la puerta, le mostró la foto de su esposa e hijos y le reclamó una disculpa. La respuesta no lo satisfizo y lo asesinó de varias puñaladas.
Poco más tarde, fue arrestado en un hotel cercano. Fue juzgado y condenado a ocho años de prisión. Pero en 2007 fue liberado por su endeble condición mental.
Al regresar a su pueblo, fue recibido como un héroe que había logrado vengar la muerte de su familia y hubo manifestaciones en las calles para darle la bienvenida.
Arnold Schwarzenegger protagoniza la historia de Vitaly Kaloyev en la película Aftermath que se acaba de estrenar en Estados Unidos.
Esto no es aceptable en absoluto. Lo que si que me llama la atención, es que en España, el único que tuvo agallas de vengar la muerte de los etarras asesinos de su padre, delante de sus propios ojos y siendo un crío, fue Ricardo Ynestrillas. Pero imagino que por la tensión del momento, no lo hizo bien y no logró liquidar a un grupo de cómplices de eta reunidos.
Unos cuántos como él y posiblemente Eta , no habría llegado tan lejos.
Este si es un tipo valiente. Lástima que haya medio perdido el juicio. Ahora se declara cuasi-podemita.
Así no se obra. Cito:
“Mía es la venganza”,dice el Señor.
Deuteronomio 32:35
Romanos 12:19
Pues a veces parece que el Señor está de moscosos.
Bien por este vengador de su familia
Aquí ha habido un error humano que llevó a una tragedia pero en ningún caso ha sido adrede o con intención de causar daño por lo tanto no veo para nada justificable asesinar al controlador aéreo que bastante tendrá con su consciencia. Esto me recuerda a los gitanos que te matan por haber atropellado a un hijo suyo cuando la culpa es del crío que corre por dónde va el coche y no te da tiempo a reaccionar.
Joder, encima habrá que dar gracias a que el controlador no lo hizo a propósito. Huy, mira qué tonto, me he cargado a 300 tíos por un error…
vamos a ver: el controlador percibió que el sistema automático de acerrcamiento había usado las mismas cooordenadas de altitud por error, y cuando apercibirse ya era demasiado tarde. Si crees que por esa razón tienes derecho a matar a alguien es que es mejor que te lo mires en el psiquiatra. Ese tio es un asesino y punto y obedece a gorilizacion inconsciente del dolor. No se puede achacar una perdida a una maquina, ergo pues se mata al que no tiene la culpa. Pues vas fino, amigo….
Muy bonito! 8 años de cárcel para un asesinato meditado y a sangre fría y sólo está 3 encerrado. En Suiza tb tienen un sistema penal de risa. Ahora que otro vaya a Osetia y se lo cargue a él. Ese si se pudre allí!