Rusia anunció este martes por la noche el despliegue de sistemas de defensa antiaérea S-300 en Tartús, la ciudad costera del noroeste de Siria donde ya posee instalaciones portuarias militares.

La información se dio a conocer pocas horas después de que Estados Unidos suspendiera las negociaciones con Moscú para un alto el fuego, una medida anunciada por Washington tras la destrucción total del mayor hospital del sector rebelde de Alepo en un bombardeo aéreo.

“Efectivamente, sistemas de defensa antiaérea S-300 fueron desplegados en la República Árabe de Siria”, declaró en un comunicado el vocero del ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, quien agregó: “Este sistema fue pensado para garantizar la seguridad de la base naval de Tartús”.

“Recordamos que el S-300 es un sistema sólo defensivo y que no es una amenaza para nadie”, aseguró Konashenkov.

Estos sistemas permiten responder a la amenaza de misiles lanzados desde el Mediterráneo. Además, completan los S-400 desplegados en noviembre de 2015 en la base aérea de Hmeimim, en la provincia de Latakia, donde la aviación rusa dispone de decenas de bombarderos, otros aviones de ataque y helicópteros.