La cara de Estados Unidos como se la conoce está cambiando. A nivel histórico, su población es predominantemente blanca de origen europeo. Pero la gran cantidad de ciudadanos afroamericanos, hispanos y asiáticos que habita el país, procedente de las diferentes corrientes migratorias que llegaron al país a lo largo de los años y en diferentes épocas, estaría al fin ganando ímpetu.

Los bebés nacidos de grupos minoritarios en Estados Unidos superaron a los blancos, según revelaron datos oficiales de la Oficina del Censo de ese país (United States Census Bureau, en inglés). De esta manera, se pudo observar que el 50,2% de los niños menores a un año en el 2015 pertenece a etnias no caucásicas. Nacieron 1.995.102 de “minority babies”, una cifra mayor -aunque por poco- a la de niños blancos nacidos ese año (1.982.936).

La balanza está casi igual, pero no del todo. Las minorías lograron un 50,2% en bebés de menos de un año durante el 2015, según un análisis de la Oficina del Censo. Otro dato revelado por la institución estadounidense es que el 50,3% de los niños menores a cinco años también pertenecía a grupos minoritarios. En el año 2013, los minority babies superaron con 1.000 nacimientos a los blancos no hispánicos, y en el 2014, por 16 mil. La diferencia hoy es de 12 mil.

Razones por las que las minorías han crecido tanto en los últimos años tienen que ver con que son grupos más jóvenes, e incluyen a una gran cantidad de mujeres en sus años más fértiles. Algunos sectores, en especial el de los hispanos, tienen tasas de natalidad más altas que los blancos no hispánicos. Además, está naciendo un gran número de bebés en parejas donde uno de los padres es blanco y el otro no.

Cabe destacar que en el año 2007 hubo una gran baja de nacimientos en grupos minoritarios debido a la recesión y la crisis inmobiliaria que golpeó fuerte al país de Norteamérica pero más todavía a las clases sociales más bajas, a las que pertenecen muchos de los habitantes no caucásicos, en especial hispanos e inmigrantes.

Conseguir esta información, y que sea confiable, es un problema, ya que diferentes fuentes de datos utilizan distintas métricas y sistemas para determinar las etnias de los niños que nacen anualmente. Por ejemplo, el Centro Nacional para las Estadísticas de Salud de Estados Unidos no utiliza la categoría de “etnia mixta” para clasificar a las madres que pertenecen a ésta, mientras que la Oficina del Censo reporta su información reflejando las múltiples etnias de una persona.

Esta tendencia creciente parece vaticinar que pronto la minoría en Estados Unidos será la población blanca. Se estima que ocurrirá entre el 2044 y el 2055, aunque los flujos migratorios, tasas de fertilidad y crecimiento de la economía, siempre impredecibles, pueden llegar a producir una variación.

Sin embargo, es más que difícil predecir cuándo ocurrirá este cambio: de un país con mayoría blanca a una nación donde reine la diversidad por completo, y donde el establecido e infame whitewashing de Hollywood-la utilización de actores blancos para interpretar papeles de personajes hispanos, asiáticos, afroamericanos, o indígenas – sea cosa del pasado.

Así, parecería ser que en las próximas décadas, Estados Unidos no tendrá una etnia mayoritaria, lo que sin dudas afectará a una sociedad tan dividida por cuestiones relacionadas con la inmigración. Lo cierto es que los más jóvenes del país gobernado por Barack Obama pertenecen a una increíble multiplicidad y diversidad de etnias, lo que también tiene que ver con la gran cantidad de parejas conformadas por diversos orígenes, lo que alimenta la riqueza cultural de la nueva población.