Estrafalario título el de éste artículo de opinión, pero común en las redes sociales que tanto habitamos. La prensa moderna, o “pseudoprensa”, cambia de estrategia para intentar conseguir lectores de sus noticias y así subir el nivel de visitas en sus páginas webs.

Dichas webs, normalmente plagadas de publicidad o incluso virus, nos estrangula el navegador con la cantidad de basura cibernética y nos pone en guardia el antivirus parando cualquier agente malicioso que intente colarse en nuestro equipo.

Aún así, el título te llama la atención y la fotografía que acompaña al banner es muy llamativa, entras con la inocencia en los ojos esperando leer algo impresionante, pero amigo, todo es mentira. La noticia muchas veces no tiene nada que ver con el título o la foto es solo un reclamo.

Muchas veces las noticias suelen ser meros anuncios de las corporaciones que hablan maravillas de sus productos milagrosos que cuestan un ojo y medio. Otras tantas son de contenido privado de famosos, que luego son chorradas, o de supuestas revelaciones en contra de empresarios que no quieren que leamos la susodicha información.

“Las fotos que Kim Kardashian no quieres que veas”, o bien “Las farmacéuticas impiden que el nutriente de tal fruta llegue al mercado”, y un largo etcétera que se amontona por internet para que creyentes anónimos aumenten los contadores de las páginas noticieras más extrañas de la red.

Entonces, ¿qué es noticia hoy en día? Si nos vamos a los principales periódicos o cadenas televisivas, vemos que cualquier cosa puede ser noticia y que según como se enfoque puede decir una cosa u otra. La manipulación existe en el momento en que un diario se posiciona al lado de una ideología política.

Siempre nos hablaron en el colegio de la objetividad al contar una noticia, difícil tarea cuando el que escribe es una persona subjetivada por el yugo de la cadena interna de la empresa. Pero no echemos toda la culpa al director maligno, que hoy en día lo que se lleva es el salseo y la polémica.

España es muy agradecida con estos asuntos y por desgracia la audiencia manda. Un país donde el periódico más leído es deportivo, donde los programas del corazón se anteponen a series de culto, o Belén Esteban es capaz de destronar del primer puesto de ventas a Arturo Pérez Reverte es muy preocupante.

Entonces la noticia no se crea, se transforma para que el público acabe entrando en tu espacio web o te compre más tiradas. Las noticias se transforman al punto de vista que más interesa y la gente lee lo que desea leer. La economía se sustituye por el apartado de sociedad y corazón, la política seria da lugar a los contenidos polémicos entre partidos y el deporte se monopoliza con el fútbol de primera división masculina.

Lamentablemente, si estoy hablando de estas cosas es porque pasa bastante, y noticias estilo “Fue a comprar el pan y lo que pasó al volver a su casa te sorprenderá”, se difunde la red como la pólvora… ¿Desbancarán estas páginas de “pseudonoticias” a los grandes? Viviendo en España… Capaz.