Un pingüino nada 5.000 millas cada año para pasar una temporada con el hombre que le salvó la vida
«Dindim» es el nombre con el que Joao Pereira de Souza bautizó al pingüino que salvó de morir en 2011, cuando lo encontró tendido en las rocas de una playa de Río de Janeiro; moribundo y cubierto de petróleo.
Este jubilado brasileño, que se desempeñaba como albañil y pescador, se dedicó a cuidar al ave durante una semana, hasta que pudo devolverlo al mar en perfectas condiciones.
Pereira pensaba que jamás volvería a ver al ejemplar de pingüino de Magallanes que rescató, pero «Dindim» regresó a los pocos meses a la playa que los unió a ambos y reconoció a su salvador de inmediato. Desde entonces, el animal pasa parte del año con Pereira (ocho meses) y el resto del tiempo parte hacia las costas de Argentina y Chile a alimentarse.
«Dindim» nada 5.000 millas cada vez que regresa a «casa», donde Pereira le alimenta con una dieta especial, ideada por él, para mejorar la resistencia y fortaleza del ave, que no se deja tocar por nadie que no sea este jubilado brasileño, dado que les picotea. «Le quiero como si fuera mi hijo y creo que él también me quiere», ha declarado a la televisión El Globo, informa el diario Daily Mail.
Los animales son maravillosos.
Estas noticias son las que me alegran y me hace la vida mas feliz, un abrazo Sº Pereira( como la 6 que parecen que están amargados y siempre con el mismo rollo partidista)
Toda una lección de lealtad, y amor.
Por parte del pingüino, y de su cuidador amigo.
La mayoría de los animales, superan en cariño, y lealtad al ser humano.
El ser humano destruye.
Mientras ellos, viven en consonancia con la naturaleza.
¡Cuánto nos queda, por aprender de ellos!
Estas noticias me alegran la semana. Últimamente ya no hay nada que lo haga. Gracias.
Que bueno confirmar la historia animada de 1945, “The Cold-Blooded Penguin” hecha realidad. En la historia del cine fue el primero, Pablo el pingüino, quien soñaba con los trópicos.