La policía detiene a ocho radicales del PSG por agresiones y daños a aficionados valencianistas
El sueño se convirtió en pesadilla en una noche acalorada en que la tensión en la grada la pusieron los aficionados franceses. Hicieron falta 43 minutos y dos goles del PSG para que las sonrisas desaparecieran de los rostros de los aficionados que llenaron Mestalla. El Valencia volvía a disputar un partido de Champions: sobre el césped se desplegaba la lona del esférico de la máxima competición europea y el himno ponía la piel de gallina a los seguidores. «Haz que nuestros sueños se hagan realidad», rezaba el tifo más grande jamás desplegado en Mestalla.
Pero el mal ambiente no sólo vino por el resultado, sino también por lo mucho que dejó que desear el comportamiento de la afición rival. La mayor parte de ellos, unos 450, se encontraban en la zona que habitualmente ocupan los visitantes, pero se podían vislumbrar pequeños grupos diseminados por toda la grada. Detrás de la portería en la que el Valencia atacó durante la primera parte se reunieron alrededor de medio centenar de ruidosos parisinos. Tras adquirir las entradas todos juntos por internet, pudieron mezclarse con los seguidores blanquinegros. En estos casos lo normal es que no ocurran incidentes, pero anoche no sucedió así.
Fueron precisamente ocho hinchas de este grupo los que acabaron detenidos por agredir a seguidores valencianistas y causar daños materiales en los interiores del estadio. Previamente ya habían generado problemas, pues la Policía Nacional tuvo que ordenarles que se sentaran en sus butacas, al impedir al resto de aficionados ver el partido. Los seguidores que se encontraban tras la portería siguieron a la gresca, hasta que abandonaron el campo minutos después de arrancar la segunda mitad ‘acompañados’ por la policía. Los valencianistas les decían ‘adiós’ con la mano y entonando unos simpáticos cánticos. Al fin podrían ver el encuentro tranquilos.
También hubo más incidentes. Cuando el PSG marcó el 0-1, los franceses situados en la zona alta de Mestalla lanzaron un petardo y prendieron fuego a una bengala, algo totalmente prohibido dentro del estadio. Asimismo, la afición rival prendió fuego a una bandera y las llamas afectaron a algunas butacas.
El ambiente estaba enrarecido desde antes de que arrancara el encuentro. El día fue largo y muchos franceses aprovecharon para disfrutar de la ciudad. Alguno de ellos, como suele ser habitual, se excedió con el alcohol hasta el punto de tener vetada la entrada a Mestalla.
Minutos antes de que finalizara el primer tiempo un seguidor del PSG, ubicado en la zona norte del estadio, fue expulsado del recinto por incumplimiento de las normas cívicas básicas. Día duro para la seguridad privada del club, que no podía despistarse ni un momento.