El Comité de Competición de la Federación Española de Ciclismo dará a conocer este jueves la sanción que propondrá para Alberto Contador por el positivo por clembuterol que dio en el pasado Tour de Francia.

La sanción se encontraría justo en el medio de lo que pide Contador, que es la absolución, y lo que quieren la AMA y la UCI, dos años. Sería un castigo ‘político’ para tener a todos contentos… menos al propio ciclista, que sigue manteniendo su inocencia total. También una manera de confirmar que nadie ha sido capaz de demostrar cómo llegó el clembuterol al organismo de Contador.

Ni siquiera sus abogados, que han presentado al juez que instruye el caso más de 10 informes científicos y médicos en los que se demostraría que la ingesta de clembuterol fue totalmente involuntaria. Estos informes también han sido enviados a la Unión Ciclista Internacional.

Una vez se conozca la sanción, la defensa de Contador tendrá diez días para presentar una apelación antes de que se tome la resolución final. Seguramente, el caso acabará en el TAS.

Motivaciones políticas

El pasado miércoles, Bjarne Riis acusó al presidente de la UCI de actuar por motivaciones políticas contra Contador: “Estamos muy preocupados y tratamos de apoyar a Contador todo lo que podemos. El caso sigue abierto y respetamos el procedimiento. En cualquier caso no tenemos ninguna influencia en la decisión que se tome”.

“Se ha encontrado clembuterol en su orina, pero la dosis era insignificante. No ganó el Tour de Francia por eso, y es muy extraño que la sustancia solo apareciera una vez. Para mi, Contador no es culpable, pero McQuaid quiere que sea suspendido sólo por razones políticas”, afirmó Riis.