El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, aseguró ayer que no se debe hacer “ni caso” a las voces que cree que pretenden desestabilizar al equipo azulgrana porque, a falta de partidos de fútbol, deben “inventar”, y lamentó además que haya personas a las que les “cueste mucho retirarse” de la escena.

El presidente azulgrana se refirió a una columna aparecida en el diario ‘El Mundo’ y firmada por Salvador Sostres, quien desvela una supuesta conversación entre Rosell y Josep Guardiola que ha causado cierto revuelo en el entorno barcelonista. “Me iré sin hacer ruido, sin hacer declaraciones, sin dar entrevistas y sin escribir libros. Pero si tú y tus amigos me jodéis, a mí o a los míos, hablaré todo lo que tenga que hablar y ya sabes que querrán escucharme”, escribe Sostres, relatando la sentencia de Guardiola a Rosell.

Precisamente ayer, el club emitió un comunicado en el que mostraba su “indignación” por el artículo de Sostres, donde desvelaba algunos episodios de tensión entre Pep Guardiola y Sandro Rosell, referidos al adiós del técnico y calificados “falsos” por parte del club. A través de un comunicado, el FC Barcelona adelantó que en las próximas fechas interpondrá las acciones judiciales que considere oportunas contra Sostres, por atentar “al derecho al honor de su presidente y del entrenador del primer equipo de fútbol”.
“Me remito al comunicado”, apuntó tajante Rosell al respecto. “La reflexión es que no hay fútbol y por lo tanto hay que inventar. Ni caso”, ha añadido.

Saber retirarse

Durante la rueda de prensa de despedida del laureado jugador de hockey patines Beto Barragán, Rosell fue precisamente preguntado sobre si había otras personas que no sabían retirarse, en alusión al expresidente Joan Laporta, muy crítico con la actual junta por el adiós de Guardiola y el nombramiento de Tito Vilanova, una decisión que el exmandatario calificó como “de pánico”.

“La grandeza de Beto se demuestra en el momento de retirarse. En la vida en general, y sin ningún ejemplo concreto, es verdad que es muy difícil retirarse, a la gente le cuesta muchísimo. Lo vemos en muchísimos cargos, en toda la vida”, respondió Rosell. “Y deportivamente -añadió-, imagino que debe ser todavía más complicado, porque todos los deportistas saben que el día que se retiran dejan de ser aclamados por las masas y esas cosas. La grandeza de Beto es demostrar que lo difícil también lo hace fácil”.