Un funcionario consular en Nador recoge la nota de un inmigrante subsahariano en las mismas puertas del Consulado.

Los servicios de información marroquíes en la provincia marroquí de Nador (a 12 kilómetros de Melilla) alertaron en 2005 al canciller del Consulado General de España de una reunión celebrada en un establecimiento hotelero de aquella ciudad marroquí entre militares españoles de obediencia islámica y tres dirigentes del partido ilegalizado Justicia y Espiritualidad.

Según adelantó Alerta Digital, la reunión se celebró en marzo de 2005 en el hotel Rif de la capital nadorense. Pese a la información recibida y a la envergadura del dato de que militares ‘españoles’ colaborasen supuestamente con una organización clandestina y vinculada con actividades terroristas, fuentes militares aseguraron a este medio que la Comandancia General de Melilla no abrió ninguna vía de investigación para el esclarecimiento de los hechos al no ser oficialmente informada.

No fue la primera vez que los servicios de información marroquíes informaron a las autoridades consulares españolas de hechos en los que toman parte ciudadanos de origen marroquí y que podrían poner en peligro la seguridad interna de las ciudades de Melilla y Ceuta. De ahí que surja la inevitable pregunta: ¿qué diplomáticos son estos que no informan de asuntos que comprometerían seriamente los intereses de España en la zona?

El pintoresquismo del Consulado de España en Nador se pone también de manifiesto en la forma en que se tramitan muchos de los visados utilizados por ciudadanos marroquíes para viajar a España. Los lectores deben saber que siete de cada diez marroquíes residentes en España proceden de la provincia de Nador y zonas limítrofes. Es decir, que la mayoría de los visados expedidos para que decenas de miles de marroquíes pudiesen viajar a territorio español lo fueron desde nuestras oficinas consulares en la capital rifeña. Algunas fuentes marroquíes denuncian los criterios que se siguen para el otorgamiento de dichos visados. 

Intercambiando ¿qué?

El funcionario consular español parece grabar en su móvil un número de teléfono dado por el subsahariano.

No sólo en lo que atañe al Consulado de España en Nador. Félix Herrero, uno de los principales dirigentes de la Comunidad musulmana en España, denunció en AD la existencia de funcionarios, generales y hasta diputados marroquíes que se hallan en posesión del DNI español.

Por otra parte, la imagen reproducida en exclusiva por AD en la que se muestra al cónsul de España en Nador, Jorge Cabeza, corriendo detrás de un fotógrafo por las calles de esa ciudad, no se corresponde con la imagen de respetabilidad que deberían proyectar nuestros funcionarios consulares en una zona tan sensible como el norte de Marruecos.

¿Qué país serio podría tolerar una imagen tan chusca sin tomar inmediatas medidas contra el alocado cónsul?

Pero no es la única imagen insólita. Hoy les ofrecemos otras igual de alarmantes. Se trata del responsable de la oficina de información del Consulado nadorense que, en actitud de visible campechanería, graba en su móvil lo que parece ser el número de teléfono de quien tiene toda la apariencia de tratarse de un subsahariano ilegal. Uno de tantos que, en las zonas fronterizas con Melilla, aguardan la oportunidad de pasar ilegalmente a territorio español.

¿Es verosímil la imagen de un funcionario español en la actitud de chalaneo que pueden comprobar los lectores y en la misma puerta de una oficina diplomática? ¿Se imaginan una imagen tan extravagante en las puertas del Consulado de cualquier otro país europeo? ¿Qué relación entre un funcionario consular español y un inmigrante ilegal podría justificar el intercambio de supuestas notas y números de teléfono? ¿Tomará de una vez medidas el Ministerio español de Asuntos Exteriores para esclarecer el por qué de gestos tan chabacanos y propios de repúblicas bananeras? ¿Habrá algún partido político que solicite al Gobierno la relación de visados concedidos por el Consulado de España en Nador desde el año 2005, así como los criterios seguidos para dichas concesiones?

Lo que nos lleva a la pregunta definitiva: ¿en qué manos están los intereses de España en Marruecos?