El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha lamentado, en el tercer volumen de su libro Memòries (1993-2011), con respecto a la inmigración, que “las cosas han ido de una manera preocupante porque la población ha crecido demasiado deprisa, lo que ha hecho que a la sociedad le costara integrarla, y la administración, sobre todo en cuanto a las escuelas, sanidad y servicios sociales, se ha resentido”.

En este sentido, el ex jefe del Ejecutivo se había felicitado porque entre los años 1993 y 1995 “un aspecto esencial para Cataluña como es la demografía se había estabilizado porque el país no acogía más inmigración”.

El ex dirigente de CiU también ha explicado en el libro una visita que hizo al barrio de Sant Roc (Badalona) en febrero de 2011. “Ha vuelto a tener conflictos”, ha indicado. “Sant Roc se enfrenta con el problema nuevo y serio de la gran inmigración que ha recibido. Es conflictiva y da mal vivir al barrio. Tiene mala fama. Tanto, que el Partido Popular, que trata de explotar electoralmente la inmigración, utiliza Sant Roc por su carácter problemático”, ha remachado.

Pujol ha admitido que en esta zona de Badalona “de problemas hay y comprendí que la Asociación de Vecinos que durante años y años había luchado por dignificar el barrio ahora se sintiera desanimada (…) Salí con la impresión de que había un problema social y humano muy grande”.

Según Pujol, y en términos generales, “la cantidad y la heterogeneidad de la gente que ha venido representa un nuevo reto para la cohesión y la convivencia del país, y obliga a hacer un nuevo y difícil proceso de integración y un esfuerzo para el mantenimiento de su identidad”.

El ex presidente del Govern ha señalado que esta circunstancia “nos ha inclinado a optar por un modelo económico no lo suficientemente exigente ni suficientemente competitivo”. También que “la escuela es un factor clave para integrar la inmigración masiva que ha recibido Cataluña en los últimos años”.

“Por lo menos -añade-, hasta donde la escuela puede llegar. La calle y las familias caen fuera de su ámbito”, ha advertido. Pujol ha criticado que “los partidos de izquierda, buena parte del mundo sindical y sectores considerables de los medios de comunicación y de la intelectualidad han convertido la enseñanza en la cabeza de una batalla ideológica muy exacerbada”.