Ascienden a 377 los presos muertos en el incendio de una cárcel de Honduras
Inicialmente los funcionarios de la cárcel de Comayagua pensaban que se trataba de una fuga y respondieron a los internos con disparos. La prisión albergaba el doble de personas de lo permitido, algo habitual en Honduras. En total, 377 presos muertos. El Gobierno abrirá una investigación.
Esta cifra incluye a los reclusos que han muerto y a aquellos que están desaparecidos, bien porque sus cadáveres todavía no se han encontrado, bien porque han aprovechado el incendio para huir del centro penitenciario. En cualquier caso, las autoridades han advertido de que la tragedia podría ser aún mayor, ya que el número de fallecidos podría superar los 400. Aunque los familiares han solicitado que se acelere la entrega de los cuerpos, los médicos forenses ya han advertido de que su identificación podría durar hasta tres días, debido al estado en el que han quedado algunos de ellos. Así, habrá que recurrir a pruebas de ADN, dentales y dactilares.
Los reclusos que han sobrevivido permanecen en los módulos que han resistido el incendio, aunque según las primeras informaciones las instalaciones de la cárcel habrían quedado dañadas en un 50 por ciento. En cuanto a los heridos, han sido trasladados a hospitales de la ciudad de Comayagua.
El incendio se declaró alrededor de las 23.50 horas del martes (6.50 horas del miércoles en España) por causas que aún se desconocen, aunque los investigadores barajan dos hipótesis: que las llamas se propagaron por la cárcel después de que un reo quemara un colchón para darse a la fuga o que su origen sea un cortocircuito.
Si bien, han descartado la primera opción, ya que “incluso los policías ayudaron a los reos a salir al patio”, según ha explicado el director de Centros Penitenciarios de Honduras, Danilo Orellano, que ha sido destituido a raíz de este suceso.
La cárcel de Comayagua está ubicada a unos 90 kilómetros de Tegucigalpa, en la carretera que une la capital con San Pedro Sula, el motor económico del país. Allí, los presos se dedican al cultivo de hortalizas y a la cría de cerdos, entre otras actividades.
ESPERO QUE ESE SEA EL FINAL DE TODOS LOS QUE SE DEDICAN A ASESINAR Y EXTORSIONAR TAMPOCO ERA UN CONVENTO DE MONJAS DE LA CARIDAD LO QUE SE QUEMO ALLI SINO UN REDUCTO LLENO DE ASESINOS EXTORSIONISTAS CRIMINALES Y DELINCUENTES