El Madrid supera la maldición de Lyon y se clasifica para octavos de Champions (0-2)
El Real Madrid ha finalizado con la ‘maldición’ que le perseguía en el estadio de Gerland tras vencer (0-2) al Olympique de Lyon, lo que le sirve al conjunto blanco para mantener la imbatibilidad en esta edición de la Liga de Campeones. Los madridistas han sumado su cuarta victoria en otros tantos encuentros que han disputado en esta edición de la ‘Champions League’, donde lidera con solvencia el grupo D, y donde tras el triunfo en Gerland, sella su pase a octavos. El choque lo decidió Cristiano Ronaldo con dos tantos a balón parado, que llega así al centenar de goles en choques oficiales con la casaca blanca.
El conjunto blanco, que saltó al césped con una sorprendente alineación, con Lass y Coentrao actuando en los laterales, se vio sorprendido por el impetuoso inicio de los galos, que poco les duró, pues a los cinco minutos, los de Mourinho ya eran ‘amos y señores’ del esférico.
Si en algún aspecto han mejorado este curso los merengues, es en la velocidad que imprimen a sus combinaciones. Fruto de una vertiginosa triangulación, Ozil, de espaldas al arco, habilitó a Benzema un balón franco que dejó al ‘9’ frente a Hugo Lloris, que esta vez firmó una gran actuación para desbaratar un gol que parecía insalvable.
Los de Concha Espina, blindados en defensa con la inclusión de dos laterales más preocupados de guardar su espalda que de sumarse a las labores ofensivas, se dejaban ‘querer’, conocedores de que todos los metros que los de Remi Garde adelantasen sus líneas, les repercutiría en mayores espacios para armar el contragolpe. Cuando no se había llegado a la media hora de juego, Cristiano Ronaldo anotó el primer tanto blanco de tiro libre directo. El disparo del luso desde el semicírculo del área, resultó insalvable para el meta local, más aún cuando la barrera se abrió, dejando así un hueco que resultó fatídico para los galos. Era el 0-1, y por vez primera en la historia, el Madrid acariciaba el sabor de la victoria en Gerland.
Hasta que el árbitro señaló el camino a los vestuarios, el Real Madrid siguió ofreciendo una imagen imperial, veloz e incisivo en ataque e intenso y concentrado en el quite. El Lyon mostró sus mejores bazas antes del descanso, cuando disfrutó de varios escarceos en torno al área de Casillas. Mientras que en la portería contraria, Hugo Lloris se erigió en la figura gala, tremendamente exigido por las hordas blancas.
En la reanudación, los de Mourinho perdieron el instinto asesino que, sin acierto, mostraron en el primer acto, donde buscaban instintivamente las mallas rivales. Con los blancos adormilados con la ventaja que reflejaba el luminoso, los franceses dieron un paso adelante, conscientes de que cualquier punto ante este imbatido Real Madrid, es un auténtico tesoro para la lucha que mantienen con el Ajax de Amsterdan por la segunda plaza del grupo. Con los merengues disminuidos en ataque, los lyoneses exigieron a Casillas, que como suele hacer, respondió con sobriedad, abortando cualquier intentona gala. Sin merecerlo, los de Chamartín se encontraron con el segundo gol, después de que Cristiano Ronaldo convirtiese un penalti que un zaguero galo había cometido sobre el propio luso.
El segundo tanto madridista apaciguó los ánimos belicosos del Lyon, que bajaron la cabeza, conscientes de que siquiera el empate, era tarea imposible. Por su parte, los blancos siguieron corriendo en busca de la meta de Lloris, aunque más por ‘vergüenza torera’ que por convicción. Con la conclusión del encuentro, el Real Madrid suma una nueva victoria, certifica su pase a octavos, refuerza su condición de líder de su grupo, rompe el maleficio del estadio de Gerland que tantos disgustos le ha brindado esta última década, y Cristiano Ronaldo logra la efeméride de sumar un centenar de goles como merengue.
VILLARREAL 0 – MANCHESTER CITY 3
El Villarreal se ha despedido de la Liga de Campeones esta temporada, a falta de dos jornadas para concluir la fase de grupos, después de perder contra el Machester City en El Madrigal por 0-3, con dos goles de Touré y otro de Balotelli, de penalti. El equipo que entrena Juan Carlos Garrido, mermado por las bajas, no pudo nunca con su rival y cuenta los cuatro partidos disputados en la ‘Champions’ por derrotas. Al conjunto castellonense le queda la remota esperanza de poder clasificarse para la Europa League, pero ni siquiera depende de él mismo para conseguirlo ya que dependerá de lo que haga el Nápoles. El conjunto amarillo afrontó el choque con siete bajas por lesión, la última la del centrocampista Bruno Soriano este mismo miércoles debido a un virus. El de Artana se unió a los también lesionados: Senna, Camuñas, Zapata, Nilmar, Rossi y Marco Ruben. Demasiadas ausencias de peso para un equipo que tuvo que tirar del filial.
El Villarreal aguantó media hora en el partido, hasta que Yaya Touré marcó el primer tanto en un jugada en la que se asoció con Silva. El centrocampista del City, esta noche reconvertido en segundo delantero sorprendió a Diego López con un tiro cruzado. Hasta ese momento, el Villarreal había aguantado bien el tipo e incluso intentó algunas incursiones en campo contrario. Sin embargo, tras recibir el tanto, el conjunto de Garrido quedó noqueado por su rival.
El Manchester City campó a sus anchas liderado por un participativo Silva que fue de los mejores de su equipo en la primera mitad y se ha convertido en el líder de un equipo que este año apunta alto. Al Villarreal apenas le aguantaba el balón en los pies y rara era la jugada en la que eran capaces de dar más de cinco pases seguidos. El conjunto inglés supo sacar tajada de la falta de acoplamiento de un Villarreal en el que muchos de sus futbolistas jugaban juntos por primera vez. Como las desgracias nunca vienen solas, Musacchio cometió un penalti sobre Balotelli en el tiempo de prolongación de la primera mitad. El argentino derribo al polémico delantero italiano y éste mismo se encargó de engañar a Diego López en la lanzamiento del penalti para hacer subir el 0-2 y dejar el encuentro sentenciado.
El Villarreal siguió anestesiado, a pesar de pasar por el vestuario en el descanso. El equipo no dio síntomas de recuperación y sí ciertos signos de resignación ante un rival claramente superior. Los hombres entrenados por Roberto Mancini levantaron el pie del acelerador y se dedicaron más a tener el balón que a mirar a la portería de Diego López.
El técnico italiano vio que el partido estaba encarrilado y retiró, pasada la hora de encuentro, a David Silva, que fue despedido con aplausos por la afición local. El canario aportó como en él es habitual un recital de buenos pases y manejo del encuentro a su antojo. Touré, que no entiende de treguas, se fabricó una jugada en la frontal del área para plantarse ante Diego López y batirlo con un tiro pegado al palo. El 0-3 en el minuto 71 rubricó la goleada de los ingleses que se colocan segundos de su grupo con siete puntos, tres por detrás del Bayern Munich.