La casta catalana pone otra vez sus ojos inquisidores en AD. Primero insultan a los andaluces y luego se pretende amedrentar a medios libres e independientes del resto de España. De entrada aclaramos que Alerta Digital es un proyecto editorial para toda España nacido y desarrollado fuera del ámbito de la comunidad autónoma catalana y que, por consiguiente, ni nos plegamos a las exigencias de sus representantes ni nos sometemos a la jurisdicción del Colegio de Periodistas de Cataluña.

Tampoco aceptamos lecciones morales de esta entidad al servicio permanente de la casta política catalana y de las restricciones culturales y lingüísticas que padecen los catalanes que anteponen su condición de españoles.

Execra tener que responder a las imputaciones del Consell de la Informació de Catalunya, dedicado según dicen al cumplimiento de los criterios recogidos en el Código Deontológico de la profesión periodística en la región, lo que sin embargo no les impide pasar la vista gorda ante la miríada de casos de corrupción protagonizados por la clase política catalana o mantener un llamativo silencio ante la progresiva islamización que padecen pueblos y comarcas de la región. Lo suyo es impedir que una voz tan libre como la de Alerta Digital se acerque cada día a un mayor número de catalanes, sin más hipotecas morales ni periodísticas que el sostenimiento de nuestra verdad y la difusión de noticias que han sido acotadas por la mayoría de medios catalanes.

El Consell de Informació de Catalunya ha recibido un escrito de queja de la concejala tránsfuga de la PxC en Salt, Joana Martínez, debido a las informaciones dadas sobre la situación irregular de su pareja de origen subsahariano y también sobre sus actividades como ‘profesora’ de ‘riki’, información ésta última que contó incluso con el soporte gráfico correspondiente.

A través de su secretario general, Josep Maria Cadena Catalan, el Consell de Informació dice que estudiará la vulneración o no por parte de AD del Código Deontológico con la difusión de sendas noticias. Nos emplaza de forma terminante a que presentemos un “escrito de alegaciones” antes de 15 días. ¡Qué susto!

De no ser porque el asunto revela el grado de descomposición cultural que sufre la sociedad catalana, deberíamos tomarnos a risa la nada graciosa circunstancia de que el escrito de queja de la concejala tránsfuga sea una intolerable afrenta a la gramática, con diurnidad y alevosía. Juzguen ustedes mismos: ” Observacions: mi marido …. como cualquier ciudadano , tiene k renovar su documentacion , k en ese momento no estaba caducada sino en tramites de 2º renovacion acusado de maltratador cuando la justicia lo declaro inocente y fue la mujer que lo denuncio la acusada de falsa denuncia y tuvo que indemnizar a mi marido por ello. Esta periodista no se de donde ha sacado todo esto, supongo que de pxc salt , exigimos que se repare el daño causado por tura soler .

pxc salt se ha dedicado a enviar toda clase de mentiras a los periodicos ….. y el periodista de alerta digital a quien concedi una entrevista ha transgiversado (sic) todas mis palabras , me dijo k me ayudaria a k la verdad saliera a la luz y lo k ha hecho ha sido decir mas mentiras….. luego nos enteramos k alerta digital esta controlado por pxc”.

Evidentemente, Alerta Digital no es un medio controlado por la PxC ni por ningún otro partido. Esta aseveración de todo punto falsa debería servir para invalidar el testimonio general de Joana Martínez. Respondemos desde aquí al Consell de Informació de Catalunya: Las alegaciones las haremos siempre a nuestros lectores, por imperativo moral, y a los tribunales ordinarios de Justicia, por imperativo legal. Una de las principales divisas de AD es la defensa de la libertad de todos los españoles que  son perseguidos y criminalizados por sus ideas.  Nuestra vocación editorial es y seguirá siendo abierta, libre, crítica y exigente con el cumplimiento de los principios legales que inspiran nuestro Estado de Derecho.

Nos preocupa que en Cataluña, los ataques a quienes no son nacionalistas se multiplican por parte incluso de algunos medios. Ello nos lleva a repudiar que los objetivos del Consell, en vez de pedirnos cuentas a nosotros, no tengan la envergadura que la lamentable situación política catalana requiere. Si se quiere estrangular la libertad de acción de un periódico que sin ser catalán cuenta cada día con más adeptos e influencia en Cataluña, entonces que nos lo digan claramente y sin recurrir a principios que en boca de esa gente suenan a broma o al escrito infumable y patético de una concejala iletrada, tránsfuga, lianta y aranera.