Feria taurina de Castellón 2026: Bueno para el montaje empresarial pero malo, muy malo, para el aficionado
La cuadrilla del Búcaro.- Si alguien esperaba milagros en Castellón que vaya a Lourdes o Fátima. Con el Team Matilla, incombustible estandarte inmovilista de un sistema caduco, no pasa el tiempo de renovación, esas cosas no casan bien con su negocio.
Con habilidad de prestidigitador ha colocado casi todos los cromos de los mercaderes del toreo, sin perder de vista sus buques insignias de la casa, y dejando en la prefería a los jóvenes y los toros de La Quinta. La oferta ganadera en una tierra que ama el toro, pero que solo lo verá, un año más, en las calles de sus pueblos, pasa por la habitual comodidad Domecq.
Las ausencias más cantadas pasan por Borja Jiménez, nombre propio de la temporada pasada, y la ilusionante proyección de Víctor Hernández, un gran año en Las Ventas. Y Paco Ramos, el torero de la tierra, que además sabe torear. Y una nota al margen: si quieren hacer un mano a mano que interese de verdad pongan a Borja Jiménez y Roca Rey. Pero seguro que tanta rivalidad y exigencia no interesan en ciertos cortijos.
Es mejor y más pacifico que Manzanares, que lleva cinco años sin cortar una oreja de nivel, siga acartelado. Será bueno para el montaje empresarial pero malo, muy malo, para el aficionado en una actividad profesional que antes premiaba los triunfos y los esfuerzos.











