Primera parada: Extremadura
Francisco Marhuenda.- Hace años que el PSOE ha abandonado en muchos territorios el objetivo de ser la primera fuerza y en otros ni siquiera aspira a gobernar como sucede en Galicia, el País Vasco o Canarias. Por supuesto, se ha acostumbrado a perder las elecciones generales y su objetivo es organizar una mayoría de investidura para luego languidecer hasta la siguiente convocatoria.
En Madrid, incluso, es la tercera formación, algo que tiene asegurado con el liderazgo del neosanchista Óscar López. Es cierto que Sánchez le aplicó un leve castigo por su traición y ahora es ministro, aunque lo de enviarlo a fracasar ante Ayuso parece una cruel venganza.
Lo de Extremadura es de aurora boreal. Gallardo parece una caricatura de candidato que incluso sobreactúa ante Sánchez, que lo desprecia, e intenta erigirse en el paladín del hermano. Tras Ibarra y Vara, el socialismo solo es capaz de presentar a un trepa sin formación que no sería capaz de gestionar una tienda de chuches. El problema es que no es un caso aislado, sino una pauta común. Son tiempos aciagos en los que triunfan los palmeros.
Las encuestas muestran el hundimiento del PSOE en Extremadura, que era uno de sus feudos tradicionales. Es lo mismo que ha sucedido en Andalucía, porque no hay mejor motor electoral para el PP que gobernar una comunidad autónoma.
Las mentiras de la izquierda política y mediática se deshacen como un azucarillo. María Guardiola es una magnífica candidata que gestiona con eficacia y tiene los valores que son exigibles a los servidores públicos. En cambio, tiene el problema de Vox que ha elegido, sobre todo, hacer de oposición al PP. Me llama la atención cómo ha cambiado Abascal desde que era un leal dirigente popular. Lo mismo se puede decir de numerosos parlamentarios, tanto nacionales como autonómicos, que abandonaron el partido por intereses estrictamente personales. Han encontrado un acomodo y ahora aspiran a heredar al PP.
El centro derecha sacará un resultado histórico en Extremadura, aunque parece que el PP no podrá conseguir la mayoría absoluta. Lo normal sería un gobierno de coalición en solitario con apoyo parlamentario, pero con Vox puede pasar cualquier cosa. La encuesta que publica La Razón muestra que a Guardiola le faltan solo tres escaños para la mayoría absoluta. En este caso, hay partido.
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Partido Popular (PP)
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