El feminismo de cartón piedra del PSOE: Ferraz abandona a las víctimas y no acepta que se denuncie ante la Fiscalía al presunto acosador sexual Paco Salazar

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, cenando con el presunto acosador sexual Paco Salazar (Foto: Artículo 14)
AD.- El PSOE lleva años vendiéndose como el santuario del feminismo institucional, el partido que ha elevado la igualdad a categoría casi sagrada. Pero cuando el problema está dentro de casa, cuando las denuncias de acoso sexual salpican sus propias estructuras, ese templo se convierte en un chiringuito donde el fuego se tapa con una manta y se reza para que nadie lo huela.
La distancia entre el discurso y los hechos no es grande: es un abismo, un pozo en el que caen las víctimas mientras la dirección del partido mira hacia otro lado.
Hay algo casi coreografiado en cómo responde el partido cada vez que estalla un caso: Primero el silencio, luego el comunicado difuso, después el “veremos qué dice la investigación interna”. Y finalmente, si la cosa se hace demasiado visible, una medida tibia para aparentar firmeza.
Es la estrategia del desgaste, una forma de gestión que parece diseñada no para proteger a las víctimas, sino para enterrar el escándalo bajo capas de burocracia y desgaste mediático.
Un partido que abandera el feminismo… cuando le conviene
El PSOE habla del feminismo como si fuese un pergamino sagrado que solo ellos pueden custodiar. Pero cuando los casos de acoso brotan en sus filas, ese feminismo se evapora. Se esconde. Se vuelve selectivo.
Ser feminista cuando no te implica costes es fácil. Serlo cuando exige tomar decisiones firmes, rápidas y transparentes es otra historia. Y ahí es donde el PSOE se hace pequeño, cobarde y cómodo.
El aparato del partido protege intereses, no principios
El problema no son solo los casos, sino el sistema que los rodea: un aparato rígido, jerarquizado, hermético, diseñado para proteger al partido incluso a costa de pisotear su propio discurso.
Las víctimas quedan atrapadas en una maraña de silencios, miradas esquivas y pasillos donde todos saben algo pero nadie mueve un dedo.
Porque en el PSOE, cuando un caso de acoso estalla dentro del partido, la consigna tácita es clara: “que no trascienda”.
Lo demás —la protección, la responsabilidad, la coherencia— queda relegado a un segundo o tercer plano.
Cada vez que el PSOE habla de igualdad, lo hace con una solemnidad casi litúrgica. Pero su gestión interna demuestra que buena parte de ese feminismo es una fachada, una escenografía para la campaña, una bandera que se iza cuando hay cámaras y se retira cuando hay problemas.
El feminismo del PSOE, cuando se analiza desde la práctica, recuerda a esos decorados de cine que parecen sólidos hasta que uno los toca y descubre que son solo madera pintada.
Un partido que se jacta de ser referente feminista debería ser el primero en actuar, el más contundente, el más transparente y el menos indulgente con cualquier indicio de acoso sexual.
Pero el PSOE, con su lentitud y su opacidad, transmite la idea de que lo intolerable se puede tolerar si no amenaza demasiado la imagen pública.
Esa es la verdadera grieta moral.
El PSOE tiene un incendio dentro… y sigue fingiendo que huele a lavanda. La banda sanchista se ha convertido en una maquinaria que usa el feminismo como herramienta electoral mientras tapa sus propias sombras.
Porque mientras el partido siga gestionando estos casos con reflejos corporativos y no con principios, su discurso feminista no solo será hueco: será puro maquillaje político.
Y el maquillaje, cuando hay fuego, no sirve para nada.
FERRAZ NO ACEPTA QUE SE DENUNCIE A PACO SALAZAR ANTE LA FISCALÍA
El caso Salazar tensa al PSOE por la pasividad que ha mantenido durante cinco meses tras las denuncias por acoso sexual de varias mujeres contra su ex dirigente Francisco Salazar. Realizaba comentarios machistas y acosadores a las trabajadoras de Moncloa donde era Director de Análisis del Gabinete del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
De momento, Ferraz no acepta la exigencia de las bases par a que se denuncie a Salazar ante la Fiscalía.
Las Federaciones socialistas estallan contra la actitud de la dirección al intentar tapar las denuncias por acoso sexual a mujeres y cunde en el seno del partido el pánico al daño que este caso pueda provocar en el voto femenino al PSOE.
El PSOE convocó anoche a sus responsables de Igualdad a una reunión telemática en plena polémica derivada por la gestión de las denuncias de trabajadoras del partido por las actitudes de presunto acoso sexual del exdirigente socialista Francisco Salazar.
Tras la reunión, la responsable de Igualdad del PSOE, Pilar Bernabé, anunciaba que la dirección del PSOE se negaba a llevar a la Fiscalía, por ahora, las denuncias de acoso contra él. “Vamos a esperar, tal y como pone en el protocolo, a que sea la comisión la que resuelva y haga un informe fundado con toda la información”, ha indicado.
Bernabé pedía “perdón” y “disculpas” a las mujeres que denunciaron el comportamiento del exmilitante socialista y exasesor en Moncloa Francisco Salazar y “que no hayan sentido que se les había atendido”, y ha asegurado que han detectado un “fallo” en el canal anónimo de denuncias, al que se ha puesto solución.
La secretaria de Igualdad ha transmitido “la certeza de que hay una Comisión que está trabajando desde el primer momento, que va a seguir haciéndolo y que vamos a mejorar todos los mecanismos porque están en constante mejora”, en referencia a la Comisión anti-acoso del partido.
Bernabé ha señalado que se ha “detectado el fallo, hemos detectado el problema y hemos puesto la solución y vamos a seguir haciéndolo” y ha defendido que el PSOE se ha “tomado siempre muy en serio” su protocolo contra el acoso y que han sido “inflexibles”.
“No toleramos ningún acto que sea reprobable y desde luego vergonzante como los que hemos podido leer estos días en la prensa”, ha remarcado.
La decisión no ha gustado a muchas otras dirigentes del partido. La portavoz del PSOE en la Comisión de Igualdad del Congreso, Andrea Fernández, asegura estar “muy dolida” y sigue esperando “explicaciones convincentes y pormenorizadas” sobre la gestión que se ha hecho de las denuncias de acoso sexual registradas en el partido contra el exasesor de Moncloa Francisco Salazar, al tiempo que ha reclamado que se actúe “con la mayor contundencia posible”. “Vamos exigir todas las responsabilidades que haga falta”, ha garantizado.
“Quiero que se proteja a las mujeres que prefieren acudir a un medio de comunicación antes que a la organización como sucedió en julio”, ha deslizado.
La delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, ha pedido este jueves al comité antiacoso del PSOE que eleve “de manera inmediata” a la Fiscalía la documentación recopilada sobre las denuncias internas relativas a presuntos casos de acoso del exdirigente socialista Francisco Salazar.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguró este jueves en Don Benito (Badajoz) que el PSOE “es un partido peligroso para las mujeres” por su lenta actuación ante las denuncias de acoso sexual contra Paco Salazar, ex dirigente socialista y ex alto cargo en La Moncloa, y cargó contra los socios del Gobierno de Pedro Sánchez por estar “mirando hacia otro lado”.
“Hay conductas que se califican por sí solas”, lamentó Feijóo, quien cargó también contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por tenerle de asesor durante seis años sin “detectar” ninguno de los comportamientos denunciados y sin apartarle de sus responsabilidades. “Acredita la doble moral y la hipocresía en la defensa de las mujeres por parte del Partido Socialista”.
Mientras, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, deploró este jueves que el PSOE, ante “la denuncia de mujeres en el seno del partido por acoso sexual, se ha dedicado a perder esa denuncia y a desatenderlas” y afeó que en el caso de una mujer de Málaga que denunció por la vía interna “supuesto acoso sexual” de Paco Salazar “se ha tenido que ir a la Fiscalía porque el PSOE no le han hecho caso”.
“¿Qué podemos esperar de este mismo PSOE que se gastaba el dinero todos los españoles en prostíbulos?”, dijo.












