El desplome de la extrema izquierda hispanoamericana
Las izquierdas populacheras que se alzaron con el poder en gran parte de Hispanoámerica están desplomándose de manera acelerada. El último percance tuvo lugar el pasado domingo en Chile. Allí, en la primera vuelta de las elecciones, la comunista Jara, candidata conjunta de toda la izquierda, obtuvo un raquítico 26% mientras que la suma de las derechas, también con sesgos cada vez más radicales, donde Kast ha obtenido la “primogenitura”, ha alcanzado el 70% de los votos.
Una diferencia que parece imposible de enjuagar para la definitiva votación presidencial de diciembre. Chile parece que va a ser el siguiente engrosar la lista de regímenes de corte extremista y porte populista que se alzaron con el poder en buena parte del Continente, que están siendo desalojados del poder. Y en algunos se da la circunstancia que por representantes del otro extremo del arco. La Argentina de Milei, su vecino ademas, es el ejemplo. Bolivia, donde la hecatombe ha sido total, Ecuador, que se adelantó por sorpresa y después la logró consolidar, y diversos estados de Centroámerica que comienzan a seguir la senda marcada por Bukele en El Salvador se han ido añadiendo al listado.
México se va quedando como casi único referente avalado por las urnas, aunque la tremenda revuelta joven que acaba de estallar de mucho que pensar, de lo que no hace tanto parecía una gran riada que iba a anegarlo todo y a la que acudían alborozados a celebrar nuestra extrema izquierda patria, los morados podemitas, que además se traían buenas remesas para ser sus replicas y valedores ahí. Ahora ya van menos y además les han quitado la cartera. Zapatero es ya el Gran Visir y Embajador Plenipotenciario Universal de todos ellos. Sin importar que los que resisten sean dictaduras de manual como Cuba, Nicaragua o Venezuela donde se violó flagrante y violentamente la voluntad popular expresada en las urnas. La oposición venció y lo demostró con actas con un 70% de los votos y Maduro se mantuvo por la fuerza y la represión.
El tablero está cambiando de manera cada vez mas acelerada. En la ecuación puede entrar también pronto Colombia, aunque ahí puede,de hecho ya ha comenzado a suceder, derivarse hacia una situación de violencia extrema y de vuelta a los peores días del narco y la guerrilla conjurados y ahora hasta aliados del actual poder.
Y en todo ello no hay, por los más fuertes motivos, razones raíces y sentimientos, nación mas concernida que España. Y ya lo creo que lo está. Pero para mal y de la peor manera. El sanchismo-zapaterismo, antes conocido como PSOE, ha tirado al cubo de la basura el prestigio conseguido allí, Felipe González fue el gran referente y mediador respetado, y ahora asumido el doctrinario de la extrema izquierda podemíta como propio, Albares compite con Urtasun en conseguir lo mas alto del podio. El alineamiento con estos regímenes es total. Sánchez aparece en las “cumbres” y en realidad es el papel en el que se siente más a gusto, como un caudillo bolivariano más. Aunque con aspiraciones, claro, de ser el primero entre todos los demás. Pero que cada día son menos.











