¿Qué nos cuesta esta gentuza que nos gobierna?
Xavi Altamirano.- Es conveniente de vez en cuando hacer un ejercicio matemático de calculo del porcentaje del dinerito que ganamos con nuestro día a día trabajando, para que esta gentuza de políticos, de un color y de otro, lo despilfarre con mucha alegría en el mejor de los casos, y en otros que estamos viendo a diario, se lo beben, se lo comen o incluso se lo viajan con «novietas» a sueldo,
No se te ocurra ganar más de 60.000 euros, porque si es así, de entrada se quedan con el 45%; pero nos vamos a quedar con que ganas 35.200 euritos año. Con esta cantidad, ya consideran que se tienen que quedar de entrada, con el 37%; os hago las cuentas, si ganas al mes 2.514 €, ya se quedan con 930 €, te quedan para tu cuenta 1.584€; no entremos en que ya has pagado la cama aparte con los 163.63 € que te corresponde de la parte del trabajador de la Seguridad Social.
Con esos 1.584 debes pagar los impuestos regionales y municipales, como son el IBI, el sellito de tu coche, ahora también la basura, etc . . . Y como aparques en doble fila un momento, te sacan 200 euritos para el municipio (que a ti te suponen 4 días de tu trabajo).
No te quedes con eso, sigue. Cada vez que pones gasolina, con un precio de 1,50 €, realmente el coste del estado es de 0,63 €, hasta los 1,5 € que se quedan, le dan el nombre de 26% de Impuesto Especial sobre Hidrocarburos y 17% de IVA.
¿Seguimos?
Te levantas de buena mañana y de la gran mayoría de las cosas que consumes, también se quedan con un 21% más, con eso del IVA, que tu no te puedes deducir.
Entonces, ¿por qué aguantamos este sistema insostenible de gobierno hiper-sobredimensionado que nos ahoga? ¿por qué no reventamos y los mandamos a todos — repito «a todos» — al carajo?, ¿por qué, incluso si nos roban y se los gastan en drogas, pensamos en que los vamos a votar de nuevo, porque si vienen los de enfrente son peores?.
Esas preguntas, que te parecen una locura hacértelas, tienen la lógica más aplastante. Esta clase política nos ha sometido para su disfrute personal, para sus pagas vitalicias, para sus coches oficiales, para sus dietas que no se gastan, para sus escoltas, para sus tablets, para sus móviles y ahora para sus juergas, comilonas y chicas de compañía; y nosotros calladitos, pagando y pensando que tenemos que ir a votarlos.
¡Estamos completamente agilipollados y no nos damos cuenta!












