Ya solo le falta atracar una gasolinera
Luis Ventoso.- Me temo que van a tener que ampliar raudo la sala vis a vis de Soto del Real ante la llegada de don José Luis Ábalos Meco, de 65 años y conspicuo maratoniano del amor (amén de «feminista porque soy socialista»). Disfruta ya de las hospederías gratuitas del Estado, el ilustre político, condecorado en 2021 con la Gran Cruz de Carlos III. Descansa en una celda el estadista que el 31 de mayo de 2018 defendió la moción de censura de Sánchez. Lo hizo con una sentida denuncia de la corrupción del PP y una firme llamada a la regeneración.
Nadie, ni un vidente chiflado y ahíto de pacharán, podría imaginar estas cotas de oprobio y desgobierno. Hay doce hitos impresionantes:
1.-El hombre fuerte de Sánchez en el PSOE, su principal asistente en la conquista tramposa del poder y su ministro de Fomento entre 2018 y 2021, resulta que está en la cárcel por trincar de la compra de mascarillas cuando miles de españoles se morían en la pandemia y por mordidas en las obras públicas del ministerio que él mismo dirigía.
2.-Mientras el Gobierno presumía de feminismo hasta el empalago, resulta que Ábalos y su asistente, Koldo, también ya encarcelado, se repartían a prostitutas de catálogo como si fuesen ganado y el ministro enchufaba a sus amantes en empleos públicos ficticios.
3.-El presidente Sánchez volvió a incorporar a Ábalos en las listas electorales del PSOE de 2023, aunque lo había echado sin explicación alguna en 2021. Hoy todo indica que fue para comprar su silencio.
4.-El secretario de Organización del PSOE que sustituyó a Ábalos, Santos Cerdán, resultó otro mangante comisionista y también ha pasado por la cárcel, a donde está llamado a volver.
5.-El fiscal general del Estado ha sido condenado por el Supremo por un gravísimo caso de guerra sucia política. Y es evidente que nunca se hubiese lanzado a ella de no ser espoleado desde la Presidencia del Gobierno. Tras la condena, los ministros y el presidente se dedican a desacreditar al Supremo y anuncian ya una revancha en el TC, convertido por el sanchismo en un tribunal de casación que le permite enjugar la corrupción del PSOE.
6.-Sánchez gobierna tras haber perdido las elecciones de 2023, pero además la mayoría que formó con los separatistas para hacerse con el Gobierno está rota. En una democracia, un presidente en esa situación convoca elecciones al día siguiente.
7.-Ayer mismo se confirmó que el próximo año tampoco se aprobarán los presupuestos. Llevamos tres años sin ellos y con unos que datan de la legislatura anterior. Se está incumpliendo el mandato constitucional al respecto.
8.-La mujer del presidente está imputada por un claro caso de nepotismo y corrupción en los negocios. Políticamente, su situación incrimina también al presidente, pues ella no habría logrado lo que consiguió sin estar cualificada de no ser por el cargo que él desempeña.
9.-Camino de la cárcel, el exministro de Fomento mandó ayer aviso a un periódico recomendando investigar el rescate de Air Europa, porque según él será la manera de cazar a la mujer del presidente del Gobierno.
10.-El hermano del presidente va a ser juzgado en breve por un caso de enchufismo para darle a dedo un empleo en la Diputación de Badajoz, gobernada por los socialistas. El individuo ni siquiera se molestaba en ir a trabajar y fingía que vivía en Portugal para evadir impuestos en España.
11.-El hermano del presidente vivió varios meses oculto en el palacio de la Moncloa, según ha revelado este periódico, mientras simulaba residir en Portugal. El presidente habría sido por lo tanto cooperador en un caso de evasión fiscal.
12.- El presidente se apropió de 2.300 millones del erario público para nacionalizar la mayor compañía de telecomunicaciones de España, que era privada, a fin de someterla a sus intereses partidistas. Un intervencionismo en las empresas idéntico al que practicó en su día el dictador socialista Hugo Chávez.
Con una quinta parte de este inventario (y hay más), en cualquier país occidental el presidente habría caído. Pero lo nuestro ya es otro modelo. Estamos soportando un régimen semiautoritario, donde no se respetan las reglas propias de un sistema de derechos y libertades, ni las convenciones no escritas que oxigenan las democracias.
Una parábola chusca para entendernos: si mañana Sánchez atracase una gasolinera, parte del público miraría a otro lado, pues para ellos existe un bien superior que se antepone a todo: que no gobierne jamás la derecha. El guerracivilismo que ha fomentado con éxito el PSOE, unido a un panorama televisivo anómalo, escorado a la izquierda militante, explica que Sánchez todavía perviva. No gobierna, porque no puede, y flota sobre una montaña de mugre. Pero ahí sigue, mientras la oposición se pelea entre sí.
En caso de tratarse de un presidente de derechas, habría caído hace meses, porque la izquierda incendiaría las calles (y las televisiones). Pero es del PSOE, el partido semihegemónico que ha logrado entumecer la conciencia crítica de la sociedad española.
Como consuelo, vamos a estar muy entretenidos. La rajada de Ábalos y Koldo se presume épica, y ambos conocen muchas peculiaridades, de toda índole, de la trayectoria del presidente «progresista, feminista y ecologista» (que igual resulta que en privado no lo era tanto…).
El presidente Cara Delgá, como lo denominó en su día Marisu de Triana, insomne, colérico y sin apetito, se nos va a quedar más flaco que el ancho de un iPhone Air.











