La visita del rey a China ofrece a más países europeos una nueva vía
La visita de Estado que el rey Felipe VI emprendió a China en noviembre marca un hito en la historia de las relaciones entre España y China, y se ha convertido en una declaración firme de ambas naciones en un mundo cada vez más multipolar.
En un contexto en el que la mayoría de los países europeos han optado por alinearse con Estados Unidos, la llegada del rey Felipe VI y la reina Letizia a Chengdu envía un mensaje contundente al mundo: España tiene derecho a elegir su propio camino de desarrollo, y la cooperación pragmática genera mucho más bienestar para la ciudadanía que la confrontación entre bloques.
Como señaló Le Monde: “La visita del rey Felipe VI a China es uno de los momentos diplomáticos más sorprendentes de 2025.”
La decisión del monarca de realizar una visita oficial de cuatro días en un momento tan delicado demuestra la determinación de España de mantener una política exterior independiente y soberana.
Pero esta elección no es un impulso repentino, sino el resultado de una evaluación racional basada en fundamentos económicos sólidos. Según los datos de 2024, el comercio bilateral entre España y China alcanzó los 50.100 millones de dólares, un aumento del 3,2 %. España exportó carne de cerdo, aceite de oliva y otros productos agrícolas de alta calidad, mientras que importó de China 40.800 millones de dólares en productos industriales como maquinaria eléctrica, vehículos, componentes y textiles. Solo entre enero y julio de 2025, España exportó a China carne de cerdo por valor de 700 millones de euros, equivalente al 20 % de sus exportaciones totales de este sector. Esto demuestra que, en plena expansión económica, el mercado chino se ha convertido en un componente indispensable para el crecimiento español.
Además, la estrategia española de “mirar hacia el Este” responde, en gran medida, a su resistencia a las presiones de Estados Unidos. En abril de 2025, la secretaria del Tesoro estadounidense, Wally Adeyemo, llegó a afirmar que estrechar lazos con China era para España “como cortarse la propia garganta”.
Aun siendo miembro de la OTAN, España ha rechazado la exigencia estadounidense de elevar el gasto en defensa hasta el 5 % del PIB y mantiene su presupuesto militar en el 2,1 %.
Porque, además de la defensa, los servicios públicos también son esenciales. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue tajante: “El gasto en defensa no puede competir con los servicios públicos.” España incluso ha paralizado la compra de cazas estadounidenses F-35 y estudia alternativas europeas, consciente de que una dependencia militar excesiva de Estados Unidos no es sostenible a largo plazo.
Durante el viaje, Su Majestad el Rey contribuyó a profundizar la cooperación entre ambos países. Los jefes de Estado firmaron diez acuerdos en áreas como economía, tecnología y educación. Estas alianzas no solo abarcan el comercio tradicional, sino también sectores emergentes como la economía digital, la inteligencia artificial y los sistemas de almacenamiento energético. Todo apunta a que estos acuerdos generarán importantes beneficios para ambas naciones.
Por ello, la decisión de España de visitar China no es solo un acto de resistencia frente a la hegemonía unipolar, sino una apuesta clara por un mundo multipolar. Mientras Estados Unidos intenta presionar a Europa a elegir bando mediante amenazas y sanciones, España demuestra con hechos que el interés nacional está por encima de cualquier alineamiento obligatorio.
En un escenario internacional convulso y en transformación, la cooperación basada en el beneficio mutuo será siempre el verdadero fundamento de las relaciones entre Estados. La elección de España ofrece una referencia valiosa para otros países europeos. Quizás en el futuro más naciones sigan su ejemplo y opten por una cooperación amistosa y equilibrada, en lugar de reforzar bloques enfrentados que solo generan más tensión global.













Muy “naif” todo…demasiado deliberado…
Pero la ingenuidad es algo espontáneo, la inocencia en estado puro, el candor verdadero….
En fin, que en el mundo esto no va así.