El obispo Joseph Strickland, en una extensa publicación en X el viernes, preguntó al Papa León XIV y a todos los obispos cuánto tiempo más seguirán sirviendo a dos amos y «escandalizando a los pequeños» haciendo la vista gorda ante el pecado.

En su publicación del 14 de noviembre , el obispo emérito de Tyler, Texas, cuestionó cuánto tiempo más los obispos, la curia vaticana y el Santo Padre seguirán escandalizando a los fieles con su complacencia al celebrar liturgias irreverentes y sacrílegas, al acoger a parejas del mismo sexo en la Iglesia sin llamarlas a la conversión, al priorizar la acogida de inmigrantes sin abordar los efectos de la inmigración ilegal en las poblaciones nativas y, en definitiva, al permanecer «entre dos amos» ( 1 Reyes 18:21 ). El obispo subrayó que hay muchos problemas que entregar al Papa León XIII: una gran cantidad para la curia romana y una enorme carga para la gran mayoría de los obispos del mundo que frecuentemente escandalizan a los más vulnerables (Mateo 18:6 ).

«¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos amos? Si creéis que Cristo es el Señor, ¡seguidle! Si el mundo es vuestro amo, ¡a él vamos! Pero no profanéis más su santuario traicionando la Cruz», escribió el obispo.

«¡Obispos, basta ya de juegos! ¡Basta ya de mentiras! ¡Basta ya de ignorar a los más vulnerables! Les tengo preparada una enorme reserva de problemas», añadió. «Uno para el Papa León, un camión lleno para la Curia en el Vaticano y buques de carga repletos para la gran mayoría de los sucesores de los Apóstoles de hoy en día».

La semana pasada, el conocido sacerdote jesuita James Martin, defensor de los derechos LGBT, celebró la misa de confirmación del corresponsal de ABC News, Gio Benítez, abiertamente homosexual y casado con otro hombre. Benítez incluso reconoció la influencia de Martin en su regreso a la Iglesia, señalando que el sacerdote disidente lo había acogido tal como era. Su pareja, Tommy DiDario, a quien se refirió como su esposo, fue su padrino.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica , el matrimonio se define como «La alianza matrimonial, por la cual un hombre y una mujer establecen entre sí una comunidad de vida, ordenada por su naturaleza al bien de los cónyuges y a la procreación y educación de los hijos; esta alianza entre bautizados ha sido elevada por Cristo el Señor a la dignidad de sacramento».

La Iglesia Católica también condena la actividad homosexual, declara las inclinaciones homosexuales «objetivamente desordenadas» y llama a los homosexuales a la castidad y la conversión.

Durante la asamblea de otoño de la USCCB de esta semana, Strickland cuestionó la confirmación del presentador de noticias abiertamente gay.

«No sé cuántos de nosotros lo hemos visto en las redes sociales», comenzó Su Excelencia durante el turno de preguntas. «Sacerdotes y otras personas reunidos, celebrando la Confirmación de un hombre que vive abiertamente con otro hombre. Y es algo que debe abordarse».

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) se negó a responder a las inquietudes de Strickland. En cambio, el obispo Daniel E. Flores, quien presidió la sesión, reconoció su pregunta y dijo: «Gracias, obispo».

Acto seguido, Flores pasó rápidamente al siguiente punto del orden del día sin abordar el fondo de la intervención ni invitar a los miembros del panel ni a otros obispos a seguir debatiendo.

El Papa León también sostuvo una audiencia privada con Alex Capecelatro, director ejecutivo de Josh.ai , y su «esposo» homosexual, Brian D. Stevens, un filántropo miembro de la Orden de Malta a pesar de su escandaloso estilo de vida en el Vaticano esta semana.

Durante la audiencia, la «pareja» del mismo sexo compartió con el Papa lo mucho que el activismo pro-LGBT de Martin «significa para ellos», a lo que Leo supuestamente «asintió con aprobación al mencionarse ese (supuesto) ministerio», según Letters from Leo, un sitio web creado por Christopher Hale, un operador del Partido Demócrata.

Hale recalcó además que Leo no aclaró la doctrina de la Iglesia durante la audiencia, sino que pareció aceptar a los dos homosexuales tal como eran.

Recibiendo a los inmigrantes ilegales con los brazos abiertos

Finalmente, Strickland señaló que los obispos han exhortado a los fieles a acoger a los «migrantes» y a oponerse firmemente a la aplicación de la ley de inmigración, pero la mayoría no hablará de las hordas de delincuentes que cruzan la frontera ilegalmente.

«Se perjudica a los más vulnerables cuando se fomenta la anarquía y se hace la vista gorda ante las violaciones, los asesinatos y los ataques de criminales despiadados que cruzan fronteras sin control», afirmó. «Algunos de estos niños se ven atrapados en estas migraciones masivas y son pisoteados en su búsqueda de una vida mejor. Algunos ven cómo sus hogares y pueblos son invadidos porque los pastores dicen: «Debemos acoger al extranjero», y luego dejan que merodeadores y criminales actúen con total impunidad».

Desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero, los obispos estadounidenses, el Papa Francisco y posteriormente el Papa León XIII, han denunciado repetidamente los intentos de su administración por frenar la inmigración masiva. El Papa León XIII ha afirmado reiteradamente que los fieles serán juzgados por cómo «reciben al extranjero», e incluso llegó a sugerir falsamente que apoyar el supuesto «trato inhumano a los inmigrantes en Estados Unidos» bajo el mandato de Trump equivale a apoyar el aborto.

Como señaló Strickland, la gran mayoría de los prelados católicos, si bien afirman correctamente que los países tienen la obligación de tratar a todos los migrantes con dignidad humana, en gran medida no han mencionado el tema de los crímenes atroces cometidos por los miembros de la pandilla MS-13 y otros que ingresan ilegalmente a los Estados Unidos, y cómo están violando la dignidad humana de sus ciudadanos.

Otros obispos también han criticado las políticas de fronteras abiertas de la mayoría de las naciones occidentales.

En 2018, el obispo Athanasius Schneider declaró a un entrevistador del diario milanés Il Giornale que «el fenómeno de la llamada ‘inmigración’ representa un plan orquestado y largamente preparado por potencias internacionales para cambiar radicalmente las identidades cristianas y nacionales de los pueblos europeos».