Lotería Nacional de España: historia, magia y tradición que une generaciones
Cada año, millones de españoles se reúnen frente al televisor, en oficinas, bares o en casa, con la esperanza de escuchar su número cantado por los niños del colegio de San Ildefonso. Es el ritual del Sorteo Extraordinario de Navidad, el más emblemático de la Lotería Nacional de España, una institución que lleva más de dos siglos repartiendo ilusión, premios y anécdotas que forman parte del imaginario colectivo del país.
La lotería navidad 2025, que se celebrará como es tradición el 22 de diciembre, repartirá más de 2.772 millones de euros en premios, con un primer premio —el famoso “Gordo”— de 400.000 euros por décimo. Este año, se han puesto a la venta 198 millones de décimos, lo que aumenta las posibilidades de que el premio toque en más lugares que nunca. Pero más allá de las cifras, lo que realmente mueve a los participantes es la esperanza compartida, el ritual de comprar el décimo “de siempre” y la ilusión de que, por una vez, la suerte se detenga en su puerta.
Una historia que comenzó en Cádiz y se convirtió en tradición nacional
La historia de la Lotería Nacional se remonta al siglo XVIII, cuando el rey Carlos III, inspirado por el modelo napolitano, introdujo en España un sistema de juego público con fines benéficos. El primer sorteo se celebró en Madrid en 1763, bajo el nombre de “Lotería Real”. Sin embargo, la versión moderna de la lotería, tal como la conocemos hoy, nació en Cádiz en 1811, durante la Guerra de la Independencia, como una forma de recaudar fondos para el Estado sin aumentar los impuestos.
Desde entonces, la Lotería Nacional ha sobrevivido a guerras, dictaduras, crisis económicas y cambios sociales. Incluso durante la Guerra Civil, cada bando organizaba su propio sorteo. En 1818 se celebró el primer sorteo extraordinario de Navidad, aunque no fue hasta 1839 que comenzó a realizarse de forma anual.
Cómo comprar Lotería Nacional online: fácil, seguro y sin colas
Hoy en día, participar en la Lotería Nacional es más sencillo que nunca. Gracias a plataformas online, cualquier persona puede comprar décimos desde su móvil o ordenador, sin necesidad de desplazarse.
El proceso es simple:
- Registrarse en la plataforma elegida.
- Seleccionar el sorteo y el número deseado (manual o aleatorio).
- Realizar el pago mediante tarjeta, PayPal o transferencia.
- Recibir el décimo digital, que tiene la misma validez que el físico.
- En caso de premio, el importe se ingresa directamente en la cuenta del usuario.
Además, estas plataformas permiten almacenar décimos comprados fuera de la app, recibir notificaciones de resultados y comprobar automáticamente si se ha ganado.
Premios curiosos y anécdotas que han marcado historia
La Lotería Nacional está llena de historias sorprendentes. Uno de los premios más madrugadores se dio en 2004, cuando el “Gordo” salió apenas 13 minutos después de comenzar el sorteo. En 1938, durante la Guerra Civil, se celebraron dos sorteos de Navidad simultáneos, uno por cada bando.
También hay supersticiones que han dado lugar a rituales pintorescos: frotar el décimo en la barriga de una embarazada, en la figura de una bruja o incluso en la espalda de un jorobado. Y aunque el número más afortunado en el primer premio ha sido el 5, el 1 es considerado el menos agraciado.
En cuanto a los premios más curiosos, destacan los sorteos temáticos como el “Sorteo Sierra Nevada 1995” o el “Sorteo Cruz Roja”, cuyos beneficios se destinaron a causas benéficas. En 1993, el sorteo extraordinario se celebró en Granada para promocionar los Juegos Olímpicos de Invierno.
Más que un juego: una tradición que une generaciones
La Lotería Nacional no es solo un juego de azar. Es una tradición que une generaciones, que marca el inicio de las fiestas navideñas y que, por unas horas, convierte a todo el país en una comunidad de soñadores. El sonido de las bolas girando en el bombo, el canto melódico de los premios, los abrazos espontáneos y las lágrimas de alegría forman parte de un espectáculo que va más allá del dinero.
Y aunque la probabilidad de ganar el Gordo sea baja, la verdadera recompensa está en compartir la ilusión. Porque, como se suele decir, “lo importante es participar”, y en el caso de la Lotería Nacional, participar es formar parte de una historia que sigue escribiéndose cada diciembre.












