El PP no sabe torear
MT.- El lado político contrario al otro lado político se ha rasgado las vestiduras al conocerse la noticia del aumento de la partida presupuestaria del Gobierno de Ayuso para la tauromaquia en Madrid. Maldicen a Ayuso señorías, senadores, diputados, primos de, amigos y pesebristas de y los abrazafarolas del otro lado de la frontera de este país partido en dos o partido en mil por el rayo de la democracia delincuencial. Una vez más es el toreo la bala del otro lado político. Se usa otra vez al toreo como escupidero el mismo día en el que todo un presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se acomoda como macarra de club en todo un Senado, calificando de circo escenario y escenificados.
Tiene razón Pedro Sánchez. En España hay dos circos, usado el término circo en su acepción despectiva. Porque el circo es un arte superior a ese otro circo pendenciero, pandillero, de bronca de mal vino y de ajuste de cuentas en que los políticos de ahora han convertido a Congreso y Senado. Si un día se hiciera campaña contra este circo o patio de Monipodio que es la política española, la más ruin, zafia e inculta de toda la historia, se acababan los circos. Nunca los payasos tuvieron un caché tan elevado. Nunca un payaso sin arte ni gracia se lo llevó tan calentito.
Rasgarse las vestiduras por el aumento del presupuesto para un Patrimonio Cultural y calificar de circo algo que nos cuesta 120.000.000 de euros a los españoles (Senado) y otros 110.000.000 añadidos (Congreso) es de cárcel. Ser un artista de circo, payaso o trapecista, malabarista o mago, mimo o forzudo, es asunto mayor. Ser político en la política de hoy se compite duramente en tener el mejor certificado de las peores condiciones. Cuanto más ruin, inculto, tramposo y mamporrero sea el aspirante, más posibilidades de triunfar en este circo político.
Pedro Sánchez, el único presidente de la historia de toda la democracia mundial que lo ha sido sin tener ni poder (no se tiene poder si ha de comprarse a diario) ni autoridad (no se tiene autoridad si no se tiene el poder), se mueve como lombriz en el barro de una política de navaja y garrote. Ha sabido meter en la manga de ese barro a la oposición, que embiste como bruto al engaño de Pedro Sánchez. Listo como el hambre, una y otra vez Sánchez los provoca con el ‘y tu más’, con chulería, provocaciones y desplantes y ahí está el PP nacional, chocándose contra los burladeros.
No hay en la opinión nacional un gramo de talento para la lidia acertada del toro con guasa que es Pedro Sánchez. Asistimos a un combate de boxeo donde hay un tipo que saca codos, va con la cabeza por delante, aferra, empuja, golpea abajo. El otro boxeador, en lugar de usar fina técnica, buena cintura y mejor combinación de golpe, hace lo mismo. Entra al trapo. Y, en todo, quien imita por poco talento, pierde. El PP del boxeador desquiciado jamás podrá gobernar este país, como una figura del toreo jamás lo será si se empeña es hacerse bruto frente al toro bruto.
El dicho dice que, a cojones, gana el toro. Y es tan cierto como que en un ring tiene las de perder el que responde zafio, ruin y barriobajero al rival marrullero. Quien plantea una estrategia y se la compran, gana. Quien marca el paso, gana. Quien elige la querencia, gana. El que es escoge el terreno, gana. El que hace que el sol ciegue la cara del rival, gana.
No lo entiende el PP, que obra como torero torpe y sin arte alguno. Mover los vuelos del capote hacia el hocico de la política es hacer política grande, argumental, con propuestas. El torero bueno y listo enseña al público lo marrajo que es el toro. Lo avisado y bronco de su condición. Lo desnuda de la bravura que no tiene, visualizar su mansedumbre. Manso contra manso y marrajo contra marrajo es violencia contra violencia. Que da como resultado más violencia. El PP nacional ha de aprender a torear. Y, hoy por hoy, Ayuso tiene la escuela donde acudir.













El PP. Ya no sirve para nada, Feijoo tiene siempre la misma cantinela, y esta a favor de la agenda 2030, el PP no avanza juegan al tenis en el congreso con el PSOE. Prácticamente no tiene plan político, ni habla de baja de impuestos_ mejor sanidad publica_ vivienda_ extranjería ilegal_ están continuamente nacionalizando sobre todo a magrebíes_ para obtener votos, gente que no debería, tener derecho a voto, son nacionalizados a dedo.
Ha sacado el numerito de las gafas, teatro puro y duro. Y siempre estará tratando de distraer la atención del observador con numeritos. Y no tiene límite su maldad y su ambición.
Ni sabe, ni quiere.
Bueno, será que prefiere ver los toros desde la barrera…O sea,, que habría
que cambiar de tercio, y a ver…eso de coger al toro por los cuernos… .
En fin, que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible…
O recoger nueces, como dicen otros.