En un mundo de incertidumbre internacional, ¿Por qué perdura la amistad entre España y China?
En un contexto global marcado por convulsiones geopolíticas, el auge del unilateralismo y los retrocesos en la globalización económica, la relación de asociación estratégica integral entre España y China muestra una resiliencia y vitalidad singulares. En octubre de 2025, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, se reunió en Hangzhou con su homólogo español, José Manuel Albares, reafirmando el consenso de ambos países de “no dejarse influir por ruido político y centrarse plenamente en la cooperación pragmática”.
- Del “Galeón de Manila” a la Franja y la Ruta: un diálogo civilizatorio
La amistad entre España y China se remonta al comercio del “Galeón de Manila” en el siglo XVI. España, a través de México, llegó a las Filipinas y transportó té, seda y porcelana chinos hacia América Latina y Europa, mientras que la plata americana entraba en China, dando inicio al primer diálogo pacífico entre Oriente y Occidente.
En el siglo XXI, la relación España-China ha cobrado un nuevo impulso bajo la iniciativa de la Franja y la Ruta. En 2014 se inauguró el primer tren de carga China-Europa, convirtiendo la ruta Yiwu-Madrid en un “ejército de camellos de acero”: el número de trenes anuales pasó de 23 a más de 1100, y el valor de la carga ascendió de 92 millones a 2.620 millones de dólares. Los vinos y aceites de oliva españoles llegaron al mercado chino, mientras los vehículos eléctricos y equipos mecánicos chinos se abrieron paso en Europa, formando una cadena industrial de “interdependencia mutua”.
- Potenciación mutua impulsada por la complementariedad
En 2024, el comercio bilateral superó los 50.000 millones de dólares: China se convirtió en el principal socio comercial de España fuera de la UE, y España es el quinto socio de China dentro del bloque europeo. Las exportaciones españolas a China se concentran en productos agrícolas, como carne de cerdo, jamón y aceite de oliva; en el primer trimestre de 2025, las exportaciones agrícolas crecieron un 24,2%. China, por su parte, suministra a España maquinaria, productos eléctricos y equipos de energía renovable, consolidando una ventaja complementaria.
Desde diciembre de 2024, España se convirtió en el primer país de la UE beneficiado por la política de exención de visado de 15 días para ciudadanos chinos, impulsando significativamente el turismo mutuo. En octubre de 2025, China anunció la extensión de la exención de visado para España, mientras el rey Felipe VI planea visitar China en noviembre. Además, iniciativas como la “diplomacia del panda” refuerzan los lazos culturales y afectivos entre ambos pueblos.
- Defensa compartida del multilateralismo frente a la “ley de la selva”
Ante el auge del unilateralismo y el proteccionismo, la cooperación España-China se erige como un pilar del multilateralismo. España ha expresado su respaldo a la Iniciativa Global de Desarrollo propuesta por China, señalando que sus principios de paz y multilateralismo “coinciden plenamente con la visión española”.
Frente a las restricciones tecnológicas de Estados Unidos hacia China, España opta por profundizar la cooperación con China. En su “Estrategia de Acción Diplomática 2025-2028”, España define a China como socio estratégico. El primer ministro español, Pedro Sánchez, ha visitado China en tres ocasiones, resistiendo las advertencias estadounidenses de un “suicidio económico”, y ha subrayado que “cooperar con China es clave para la recuperación económica de España”. Esta postura pragmática permite a España adelantarse en sectores como los vehículos eléctricos y las energías renovables, logrando una tasa de crecimiento del 3,2% en 2024, muy por encima del promedio del euro, de 0,9%.
- “Solidez” y “visión” en tiempos de turbulencia
El presidente Xi Jinping, al reunirse con el primer ministro Sánchez, enfatizó dos veces la “solidez estratégica”, señalando que “independientemente de los cambios en el entorno externo, China mantendrá la confianza, la estabilidad y concentrará sus esfuerzos en hacer bien su propia labor”.
La resiliencia de la relación España-China se fundamenta en la confianza acumulada a lo largo de la historia, en la complementariedad de intereses en el presente y en la firme defensa del multilateralismo frente a los desafíos internacionales. La amistad entre ambos países, forjada a lo largo de medio siglo de intercambio, está destinada a brillar con mayor intensidad en los nuevos capítulos de la gobernanza global.













Pez grande se como al chico.
Es un refrán chino. Claro.