Una inmensa riada de mierda
La DANA que azota al sanchismo es un largo tren de tormentas convertido ya en una inmensa riada de mierda que ha desbordado cauces, ramblas y barrancos. Ha colapsado las alcantarillas y los cagarros flotan airosos por las calles y la inundación es tan extensa que lo invade todo y llega hasta los últimos rincones del Gobierno y del PSOE.
A cada día que pasa más se descubre que la peste alcanza ya los últimos rincones del entramado PSOE-Gobierno y no queda ya nada sin pringue ni zurraspas. De Moncloa a Ferraz, núcleos «irradiadores», que diría el Errejon ese que iba para teórico sublime de la intelectualidad progrecrática y desde las cloacas de la tal Leire a las moquetas de las grandes empresas públicas donde han colocado a posibles pájaros cantores bien cebados con alpiste de un cuarto de millón de euros al año, todo está manchado por algo más que la sospecha. Ellos mismos, como corresponde la condición delincuencial, se han grabado unos a otros para capturar desmanes y miserias como «seguro de vida».
Quizás sea la anchura, dimensión y reiteración de los sirleros y deposiciones y el acabar por impregnar todo el espacio con su tufo, que confían que nos acostumbremos y consideremos normal la pestilencia. Tal vez porque ellos ya lo consideran como parte de su atmósfera y hasta puede que tengan razones para tal esperanza. Eso, al menos, es lo que auguran los pucheros de la cocina Redondo-Tezanos que intentan vendernos como fresco, el pescado más podrido.
Su principal fuerza de choque es ahora el Batallón AGITPROP (Agitación, prensa y propaganda en el doctrinario soviético) cuyo Estado Mayor Central y sus tropas más fanáticas han encastillado en el «Pirulí» de RTVE, lavadero de los trapos sucios propios y aventador de cualquier miseria ajena aunque sea inventada. Está alcanzando cierto éxito, aunque me empiezo a maliciar que, fieles a sus costumbres, estén manoseando y hasta puede que peor, los conteos. Pero su euforia tiene mucho de espejismo.
El toque a rebato y a rejuntarse todos en su sitio está dejando en cueros a las tropas auxiliares. La Sexta, Al Rojo Vivo, el Wooyming o las telebasuras empoderadas viven tiempos de penuria. Vamos, que la manta no crece, sino que merma y para tapar a unos, deja destapados a los otros. O sea, lo mismito que hace su caudillo convirtiéndose en el nuevo profeta de la extrema izquierda y jefe de la Kale Borroka para apandar con sus votos y disimular sus perdidas. Lo malo es que el monto global no les alcanza ni de lejos y eso ni Tezanos puede emplatarselo.
Porque el volcán sigue en erupción creciente y con la barriga repleta de nuevas bombas y piroplastos que acabarán por ir estallando todos. Y los que ya están asomando por la boca del cráter pueden ser los peores para el Intocable y ya no haya manera de intentar que no le salpique nada estando, como está, hasta el cuello.
No hay nada peor que el reventón de una alcantarilla y aún es más cuando al mando de las compuertas y cloacas se colocara a una ocasionada fantasmona y lenguaraz. Lo de Leire y sus recados de la «superioridad» tienen para ellos tanto peligro como el catálogo de prostitutas de Koldo y Ábalos. Los destinatarios de los mismos, que no aceptaron ni chantajes ni intentos de compra, entre ellos dos fiscales, han empezado a señalar al Inseñalable. Pero en realidad es que nada hay más obvio.
Pero vamos a ver ¿quién era el jefe de la Banda del Peugeot, que los hizo al uno al que siguió cobijando y dando su protección, y al otro su mano derecha y les dio las llaves del «calabozo» y los dineros más golosos?
¿Pero como podía el «señor de la casa» desde donde la señora hacía sus negocios, que no sabía nada de ellos cuando era el mismo, y el ser quien era quien, los «facilitaba» tan solo con la mención del nombre y, si eso, una «ayudita» con la otra mano? Todo raro, raro, raro o mejor dicho, blanco y en botella. Como lo del hermanito, su enchufe y su caravana.
A cada trecho el sanchismo cree que, vía Gaza o el cambio de hora, la tempestad amaina y que la gente olvida. Y que, como dijo Yolanda Díaz, en la única verdad-deseo al respecto que se ha podido oír al Gobierno en el Parlamento: «Queda gobierno de corrupción para rato». Fue un lapsus fruto de su habitual atolondramiento, pero también un reflejo del subconsciente, como el que le había precedido fruto de su ignorancia selectiva y que atribuyó, claro, a la derechona, pero salido de la boca de otra preclara vicepresidenta del Gobierno, como ella, Carmen Calvo. Aquello de que «El dinero público no es de nadie» frase definitoria del oculto y profundo sentir socialista. Y como «no es de nadie» hacemos con él lo que nos place o nos lo embolsamos y nos lo gastamos en putas. Total, a quién le importa. Pero espero que a muchos, aunque debiera ser a todos.












Ere, ere. Y como no es de naidie, nos lo quedamos y luego no queremos decir andestá. Viva España, el Guerra y su henmano.