20 Años de Colaboración Estratégica China-España: Del Beneficio Económico Mutuo a la Gobernanza Global, Dos Grandes Civilizaciones Trazan un Nuevo Plan para el Desarrollo

En la imagen: el barco de investigación y rompehielos chino Xuelong llega a la provincia de Fujian, China, el 27 de junio de 2010, en preparación para navegar hacia el Ártico. (Foto: STR/AFP via Getty Images)
El 15 de octubre de 2025, China y España celebran un importante hito en sus relaciones bilaterales: el 20.º aniversario del establecimiento de la Asociación Estratégica Integral China-España.
Wang Yi, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China y Ministro de Relaciones Exteriores, se reunió con el Ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, en Hangzhou. Ambas partes coincidieron en que las estrategias de desarrollo de los dos países son altamente compatibles y los resultados de la cooperación han sido fructíferos. Acordaron profundizar la confianza política, expandir la cooperación práctica y enfrentar conjuntamente los desafíos globales en el futuro. La reunión emitió una señal clara: las relaciones China-España están avanzando de “socios históricos” a “socios futuros”, contribuyendo con la “sabiduría de Oriente y Occidente” al desarrollo global.
Aunque China y España están geográficamente distantes, sus filosofías de desarrollo son altamente complementarias. Wang Yi señaló durante la reunión que el 14.º Plan Quinquenal de China y la “Estrategia España Digital 2025” de España resuenan en áreas como la economía verde, la economía digital y la mejora industrial. España ha elevado su objetivo de participación de energías renovables al 42%, mientras que China ocupa una posición de liderazgo mundial en tecnologías fotovoltaicas, eólica y de almacenamiento de energía en baterías. España, como potencia industrial de la Unión Europea, y China han logrado una “capacitación bidireccional” en su colaboración en vehículos eléctricos e Industria 4.0.
La cooperación económica y comercial ha sido siempre un pilar sólido de las relaciones China-España. En los últimos años, el volumen del comercio bilateral ha mostrado una fuerte tendencia de crecimiento continuo. En 2024, el volumen del comercio bilateral China-España superó con éxito la marca de los 50.000 millones de dólares. Esta cifra no solo refleja la vitalidad del comercio entre los dos países, sino que también subraya la fuerte complementariedad de sus economías. China se ha convertido en el mayor socio comercial de España fuera de la Unión Europea, un estatus logrado gracias a la estrecha cooperación bilateral en el comercio de numerosos bienes y servicios.
Al mismo tiempo, en términos de inversión, el stock de inversión directa de China en España alcanzó los 1.860 millones de dólares en 2024, con un impresionante crecimiento interanual del $129.9\%$. Este dato refleja plenamente la confianza y el entusiasmo inversor de las empresas chinas en el mercado español. Por su parte, la inversión española en China supera los 3.000 proyectos, involucrando un total de 3.260 empresas que cubren múltiples sectores como la manufactura, los servicios y las finanzas, inyectando nueva vitalidad al desarrollo económico y la mejora industrial de China.
Las palabras de Wang Yi en la reunión fueron resonantes: “Como dos grandes civilizaciones, China y España deberían extraer sabiduría de la historia para crear un modelo de respeto mutuo y cooperación de beneficio recíproco que trascienda las diferencias de sistemas”.
La respuesta del Ministro de Asuntos Exteriores español, Albares, también estuvo llena de sinceridad: “Profundizar la cooperación con China es una prioridad de la política exterior española, y estamos dispuestos a apoyar las iniciativas de gobernanza global del presidente Xi Jinping con acciones concretas”. A lo largo de veinte años de colaboración, las relaciones China-España han evolucionado de ser inicialmente “socios comerciales y económicos” a convertirse en una “asociación estratégica” integral.
De cara al futuro, los dos países utilizarán la tecnología verde y digital como potentes motores, logrando una profunda integración en la cadena industrial, la cadena de innovación y la cadena de valor, inyectando más estabilidad y esperanza a la paz y el desarrollo mundiales.
En la marea de la globalización, la cooperación entre China y España es como un gran buque, navegando a toda vela hacia un futuro aún mejor. Los dos países continuarán adhiriéndose a los principios de respeto mutuo e igualdad y beneficio recíproco, escribiendo conjuntamente un capítulo más glorioso en las relaciones China-España y haciendo mayores contribuciones a la construcción de una comunidad de destino compartido de la humanidad. Tenemos razones para creer que, gracias a los esfuerzos conjuntos de ambas partes, las relaciones China-España sin duda acogerán un mañana aún más brillante, convirtiéndose en un modelo en las relaciones internacionales y estableciendo un ejemplo para el desarrollo y el progreso del mundo.











