Cuando la justicia recompone la moral, la sociedad desprecia la impostura
Fraguas.- No sé a quién se lo leí; pero me impactó. Era la descripción de una carta del tarot, una torre destruida, y el párrafo del pie sentenciaba “Lo que se construye desde el odio, sucumbe con el trueno y el rayo”.
Miré la carta. Es tensa, algo en ella te aparta de la indiferencia y eleva tu ansiedad. Casi expresa determinadas épocas de la vida de uno y evoca al miedo que uno suponía vencido; pero esos rayos vienen de Dios y de una justicia superior. Debajo de ese cielo tormentoso estamos todos. Y el único escudo protector que tenemos es la humildad. De hecho, las figuras humanas caídas representan al orgullo, a la arrogancia y ambas, al tiempo, a las estructuras falsas.
Y aquí es donde quiero llegar; a que la unión de personas con falso orgullo y con arrogancia insultante, los de la superioridad moral de la izquierda, solo pueden crear estructuras falsas.
Lamentablemente la estructura actual de nuestra sociedad se ha edificado en terrenos limítrofes al urbanismo social de lo clásico. Este nuevo paradigma es terreno ilegal, no edificable, exento de IBI, pero levantado en el margen interior del Barranco del Poyo. Una mentira que la providencia, o el devenir de los tiempos, o la rebeldía social se encargará de derrumbarlo.
La judicatura coherente, la disidencia emergente, la oposición leal; aunque poca, son el trueno y el rayo…
Mucho rollo, amado lector. Mucho rollo, querida Barbi. Barbi es una amiga que me critica la continua paráfrasis de mi escritura que la obliga a la relectura. Es lo que hay, amada, haber elegido a otro amigo.
Recapitulo. Que me disperso.
Todo esto viene a colación con la maravillosa noticia de la inocencia de los dos sacerdotes y el director de esta casa, Armando Robles Valenzuela. Libres de culpa y demostrado que jamás se salieron de los límites de su libertad de expresión hoy, de la mano de Ricardo Ferris que vivió lo mismo hace justo una semana se posicionan como martillo de Dios. Pues esa estructura de la carta no es otra cosa que la casa de Dios, es decir la moral. Y Dios, la inteligencia, sabiendo que sus piedras son huecas, sin la argamasa de los valores y sin el agua de la historia; la fulmina.
No conozco bien el tarot; pero la siguiente carta la debemos elegir todos. Esta carta es la Estrella. Seguro que representa la iluminación del hombre, una esperanza nueva.
Ferris, Robles, Custodio y Calvo han derribado parte de la estructura y ésta terminará cayendo. Después llegará la luz y la reconstrucción.
En la carta hay una mujer (la humanidad) tomando agua de una fuente divina; es decir bebiendo de la moral única y emanada de Dios que elevará al hombre a la creación y sostén de una sociedad libre con un firmamento claro, no tormentoso.
El mal siempre pierde, amado lector. El mal no existe; pues su antiesencia, su materia vacía es la ausencia del bien.
Como la luz y la oscuridad que decía Einstein. La oscuridad no existe, surge porque se va la luz.
Vivimos bajo un cielo negro que tapa la luz de la libertad; y nuestros políticos-jueces juzgan nuestros pensamientos. En otras palabras te dictan lo que debes amar y odiar.
A estos tres héroes les juzgaron por criticar a una religión que contempla guerra y muerte. Les reprocharon odio y lo hicieron delito; mientras ellos, el socialismo y la izda actual, eleva a los altares y subvenciona el odio de los herederos del nazismo. Curioso. Que criticar la religión de unos nazis sea odio y; sin embargo apoyar el odio a una nación como la judía la quieran convertir en norma de vida.
Bajo este prisma se podria acusar al gobierno y a sus socios de delito de odio contra Israel y contra la comunidad judía; pero ellos tienen derecho a odiar porque la torre de la justicia está construída con los ladrillos vacíos de la esencia vacía del socialismo. Esto es la estructura de la carta, el juego de la vida que responde a la sociedad actual. Pero hay esperanza y ya ha comenzado.
Gracias padres Calvo y Custodio. Gracias Armando y Ricardo por vuestra Perseverancia, por vuestra Fuerza y por vuestra Fe.











