Tezanos

Juan Van-Halen.- La última encuesta del CIS de Tezanos es más insólita que las anteriores. Los sondeos de ese organismo oficial producen carcajadas en su gremio, tan sonoras como los abucheos a su jefe. Su equipo afronta, al parecer, el ridículo sin rechistar. Debería pugnar por ser riguroso y no casero.

Sebastián Kurz dimitió como primer ministro austriaco acusado de destinar dinero público a una empresa privada que elaboraba encuestas manipuladas a su favor. Aquí lo hacemos desde un organismo gubernamental de sondeos, único caso en la UE. Tezanos es un viejo socialista que fue miembro de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido hasta su presidencia del CIS. Luego tuvo los cataplines de publicar el libro Pedro Sánchez. Había partido: de las primarias a la Moncloa. Para que no quedasen dudas. Un masaje tipo sauna sabiniana.

El mandamás del CIS ha obtenido recompensas directas o indirectas. Desde una plaza controvertida, preparada, en la Universidad de Cantabria para su nuera, Ainoa Quiñones, hasta su nombramiento como delegada del Gobierno en Cantabria entre 2020 y 2023. El Gobierno subvenciona generosamente una revista que edita Tezanos; la que llamó «tabernarios» a los votantes de Ayuso ante las elecciones del 4 de mayo de 2021, en las que el PSOE cosechó en Madrid los peores resultados de su historia.

La corrupción, con nuevas informaciones cada día, desde Ábalos, Koldo y Cerdán a las peripecias judiciales de Begoña Gómez, David Sánchez o Álvaro García Ortiz, y lo que venga, según el CIS no perjudican electoralmente al sanchismo que se coloca quince puntos por encima del PP, mientras Vox le pisa los talones. La encuesta se realizó tras el informe de la UCO sobre pagos del PSOE a Ábalos. El sondeo otorga a Sánchez la mejor nota seguido por Yolanda Díaz. Luego Feijóo y Abascal tras él. El inevitable mensaje a ministros y dirigentes socialistas: no os preocupéis, robad más, la corrupción beneficia, seguid el ejemplo de la trama del Peugeot.

Tezanos sabe lo que hace, y la cuestión es apuntar por qué lo hace. Pensar mal supone considerarle, a sus años y con su experiencia, un pésimo profesional que deja los sondeos en manos de ineptos. Pensar peor es creer que la encuesta pretende beneficios y que su análisis final busca una influencia política sesgada. Pienso lo peor.

Esa última encuesta de Tezanos persigue, entre otros objetivos: 1- Engordar a Vox para que se lo crea. Tras la sangría de fundadores y dirigentes, unos atolondrados «duros» habrían ganado la batalla a unos confiados «aperturistas», sobre todo desde la salida de Olona y Espinosa de los Monteros. 2- Seguir presentando como seguro un pacto PP-Vox, aireado como coalición «ultra», para visualizar que un Gobierno del PP-Vox, o del PP en solitario, se vería lastrado por Vox. 3- Ampliar sus apoyos movilizando con ese coco «ultra» a votantes arrepentidos o indecisos de la izquierda. 4- Presentar al sanchismo como caballo ganador incentivando el voto de quienes apuestan por los vencedores.

Sabedores de ello, o no, desde la realidad evidente, las guerritas PP-Vox, de hecho, ayudarían al sanchismo desde una ceguera estratégica sólo superada, en el caso de Vox, por un vedetismo desbordado.

Otra suposición más malévola: El camino del pucherazo. La encuesta enmascararía cualquier tentación manipuladora desde la controlada Indra, contando y refrendando los votos, y con Correos utilizando sus resortes y el voto no presencial. ¿Olvidamos el papel desde Correos de Leire, la fontanera, en las últimas generales? Me temo que entonces hubo un pucherazo menor. Lo ocurrido en Venezuela no debe descartarse en España. Además, con una sociedad que parece acomodaticia y silente. No sería la primera vez que Sánchez gana las elecciones perdiéndolas. Recordemos su alegría de la última noche electoral. Pero ya no busca coaliciones.

Muchos de ustedes no conocerán las llamadas ‘granjas de teléfonos’. Profundicen en el tema. No tienen animales sino cientos, a veces miles, de móviles encendidos, controlados por computadoras que producen «me gusta», y crean seguidores y comentarios que proceden de móviles vacíos y no de personas. Fraude a la opinión pública y desinformación.

Pero me consta, al menos, un tonto al que Tezanos no engaña. Ese tonto soy yo.