Atenta mirada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su teléfono móvil en la tribuna de autoridades durante a parada militar en el Día de la Fiesta Nacional celebrada en Madrid. Ha estado mirando la pantalla durante mucho tiempo. No ha sido el único gesto.

Sánchez llega, por cierto, tarde, y no mantiene ninguna conversación con nadie. Solo un breve cruce de palabras con su ministra de Defensa, Margarita Robles.

Toca el saludo protocolario y Sánchez estaba también poco hablador. Incluso, cuando los ministros suben a la tribuna, el presidente no les dedica ni una mirada. Como la mirada que ha intentado buscar Óscar Puente durante toda la mañana sin éxito.

Un saludo corto, eso sí, al rey, aunque parece más que evidente que Sánchez tenia prisas para irse. Incluso, el equipo de la Casa Real le tiene que indicar que se espere, tiene que bajar primero los reyes y sus hijas.

El resto de políticos, saludos y conversaciones. Incluso hemos visto al alcalde Almeida acompañado de su mujer y madre de su hijo. Lo habitual en días como este en el que son los gestos los que hablan.