La flotilla humanitaria: Una tapadera para Hamás
Álvaro Galán.- Desde su lanzamiento, la Global Sumud Flotilla se ha presentado ante el mundo como una iniciativa civil, humanitaria, dedicada a romper el bloqueo naval de Gaza e introducir alimentos, medicinas y ayuda básica. Sin embargo, múltiples documentos, declaraciones oficiales israelíes y análisis sugieren que detrás de ese discurso hay mucho más: se acusa que la flotilla no solo está vinculada con Hamás, sino que algunos de sus líderes serían operativos al servicio directo del grupo terrorista, actuando bajo cobertura humanitaria.
Acusaciones principales: los hechos que apuntan a un vínculo con Hamás
Documentación incautada
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel afirma poseer documentos hallados en Gaza que muestran la implicación directa de Hamás en la financiación y ejecución de la flotilla. Por ejemplo, una carta de 2021 firmada por Ismail Haniyeh (entonces líder de Hamás) en la que se encomienda tareas al PCPA (Palestinian Conference for Palestinians Abroad), entidad señalada como brazo exterior de Hamás.
Otro documento listaría operativos del PCPA, incluido Zaher Birawi, identificado como cabeza del sector de Hamás del PCPA en el Reino Unido, y Saif Abu Kashk, ligado también a la flotilla y a una empresa denominada Cyber Neptune, que supuestamente posee barcos de la flotilla.
Rechazo sistemático de vías de mediación ofrecidas por Israel y terceros países
Israel afirma que ofreció rutas alternativas para descargar la ayuda (en puertos como Chipre, Grecia, Creta o Ascalón) para luego transferirla a Gaza por vías legales, pero que estas ofertas fueron rechazadas por los organizadores. Esto se interpreta como prueba de que la flotilla no busca solo la ayuda humanitaria, sino que persigue generar incidentes y publicidad política.
Según la versión israelí, ese rechazo demuestra que la verdadera meta de la flotilla es la provocación, no el alivio sanitario o de emergencia.
Liderazgo con vínculos previos con Hamás y la Hermandad Musulmana
Zaher Birawi ha sido identificado por Israel como operativo con históricos lazos con Hamás y la Hermandad Musulmana.
Saif Abu Kashk, además de aparecer en los documentos, es señalado como miembro del PCPA, designado por Israel como organización terrorista por su vinculación con Hamás, y CEO de Cyber Neptune, supuestamente dueña de una porción significativa de los barcos.
Naturaleza política del acto humanitario
Las autoridades israelíes sostienen que la flotilla actúa más como campaña de imagen, protesta mediática o “arma blanda” contra Israel, que como operación humanitaria pura. El hecho de incluir figuras públicas, activistas conocidos, celebridades y el uso del enfoque de flotillas marítimas tienen un componente simbólico muy fuerte.
El uso de la narrativa de “bloqueo”, “derechos humanos”…, sirve para movilizar la opinión internacional, presionar políticamente a Israel y presentar una narrativa de victimismo.
Las denuncias israelíes apuntan que la flotilla ha rechazado rutas alternativas para evitar el bloqueo, lo que sugiere que su objetivo es exhibirse más que entregar ayuda.
Aunque los organizadores niegan los cargos, las acusaciones tienen varios elementos difíciles de refutar:
Los documentos presentados por Israel parecen tener firmas reconocibles (ejemplo: Ismail Haniyeh) y nombres de personas con historial conocido. Si la autenticidad de esos documentos se confirma, no sería simplemente una “acusación vaga”.
La conexión empresarial (Cyber Neptune) si se demuestra, sugiere que no todos los barcos son simples voluntarios, sino que hay estructura detrás: propiedad, financiación y toma de decisiones. Eso rompe con la narrativa de “todos ciudadanos independientes”.
El rechazo repetido de mediaciones razonables entregadas por terceros cuestiona la sinceridad del discurso humanitario: si el fin fuera puramente entregar ayuda, aceptar puertos intermedios no parece algo descabellado. El hecho de que se rehúse plantea suspicacias.
Si los documentos aportados por Israel son auténticos y no manipulados, y las conexiones atribuibles se prueban, entonces la Global Sumud Flotilla no es sólo un gesto simbólico ni un mero acto de solidaridad. Sería una operación con operativos reales de Hamás, con financiación, logística, estructura empresarial e intereses políticos claros.
Ese tipo de operación bajo cobertura humanitaria sería una violación grave de la confianza pública internacional, y al mismo tiempo una maniobra que, de paso, pone en riesgo a civiles y voluntarios que quizá no sepan hasta qué punto están siendo utilizados como instrumentos de propaganda.












Humanitarios?
Etarras, drogadictoa, y guarros
Que se queden con los misioneros en gaza a ayudarles,…
Han ido de tournee, a gastos pagados bajo los auspicios de una facción en guerra.
Una tapadera….de coca, hachis, mariadelajuana, extasis, alcohol, orgías menga hombre iros al carajo una puta merde. C’est une pute merde. Que les metan un paquetazo.
“La flotilla de La Ceja Ha entregado sus navíos Porque les dieron un susto Cuatro pesqueros judíos Que capturaban en redes Anchoas y langostinos. Para mí, que el plan no era Nada reivindicativo, Buscaban el cachondeo Lo cual es siempre legítimo, Unos triunfaron a bordo Y a otros les falló el gatillo, Que también el gatillazo Es moruno y es marino. La flotilla de la Ceja, Ya cerca de su destino Divisó en la lontananza Unos recortes de niño Como los que corta Albares En sus tardes de ministro, Seis navíos de Israel Que no precisó ni un tiro Para… Leer más »