Israel y España: una amistad que merece ser fortalecida
Álvaro Galán.- En un mundo marcado por la incertidumbre, las alianzas basadas en valores compartidos se vuelven más necesarias que nunca. Israel, pese a ser un país pequeño en extensión, ha demostrado ser un actor de primer orden en innovación, democracia y resiliencia. España, por su parte, como puente entre Europa y el mundo iberoamericano, se encuentra en una posición privilegiada para estrechar lazos con una nación que comparte mucho más con nosotros de lo que a veces se percibe.
Una democracia viva en Oriente Medio
Israel no está exento de tensiones internas y desafíos externos, pero mantiene un sistema democrático vibrante, con separación de poderes, elecciones libres y una sociedad civil activa. Para los europeos, que valoramos la libertad y los derechos individuales, esto convierte a Israel en un socio natural en una región donde no abundan las democracias estables.
Innovación y conocimiento compartido
Israel es reconocido como la “nación start-up”: un polo mundial en biotecnología, inteligencia artificial, ciberseguridad y agricultura avanzada. Muchas de sus soluciones ya benefician a empresas y ciudadanos europeos, incluida España. El intercambio de conocimiento y tecnología con Israel no solo impulsa la competitividad, sino que abre puertas a colaboraciones que pueden mejorar la calidad de vida de millones.
Lazos históricos y culturales
Aunque a menudo olvidados, los vínculos entre España e Israel tienen raíces profundas. La herencia sefardí, que forma parte de nuestra identidad cultural, nos recuerda que las historias de ambos pueblos han estado entrelazadas durante siglos. Reforzar la amistad con Israel también es una manera de honrar ese pasado compartido y de proyectarlo hacia el futuro.
Un aliado en seguridad y cooperación internacional
En un contexto global en el que los desafíos trascienden fronteras —desde el terrorismo hasta las amenazas cibernéticas—, contar con aliados fiables es fundamental. Israel ha desarrollado capacidades únicas en materia de defensa y seguridad, y el intercambio de experiencias con España ya ha demostrado ser valioso. Potenciar esa cooperación puede contribuir a la estabilidad tanto regional como internacional.
Una oportunidad para España
Más allá de la política exterior, el acercamiento a Israel puede abrir nuevas oportunidades para la sociedad española: convenios universitarios, proyectos conjuntos de investigación, turismo cultural y religioso, y asociaciones empresariales. Apostar por una relación más estrecha con Israel no significa tomar partido en conflictos ajenos, sino reconocer la importancia de cooperar con un país que ha sabido reinventarse y progresar en circunstancias adversas.
En definitiva, apoyar un vínculo más fuerte con Israel es apostar por la innovación, la democracia y el entendimiento entre pueblos. España, como nación abierta y plural, tiene mucho que ganar en este camino de cooperación y respeto mutuo.











